"Me gustaría crecer de la mano del Málaga e ir aspirando a más"

Javier Gracia

El técnico blanquiazul destaca el "brillante futuro" de su plantilla y confía en que la afición "se sienta identificada con el juego de su equipo". Vaticina que Santa Cruz anotará "más de 12 goles".

Javi Gracia, ayer, en una de las salas del Ciudad de Málaga
I. Touat · J. M. Olías Málaga

28 de agosto 2014 - 05:02

Javi Gracia (Pamplona, 1970) gana en la distancia corta. De trato fácil y amable, antes de la entrevista bromea con el calor que hace en Málaga y después de la misma habla con evidente orgullo de los genes futbolísticos de sus hijos. No rehuye asunto alguno al pasar revista a la actualidad blanquiazul: objetivos personales y del club, cantera, Portillo, Amrabat, el gol que hay en la plantilla o qué Málaga quiere. Hasta recuerda sus primeras vivencias en La Rosaleda más añeja o sus batallas con su ahora lugarteniente Gato Romero cuando ambos medían fuerzas como rivales. Ilusión, ambición, trabajo o valores son palabras que repite con frecuencia.

-El Málaga empieza la Liga ganando al Athletic, ese que ayer se metió en Champions. Qué inicio.

-Estamos en ello. Estamos en esa fase inicial en la que sólo hemos jugado un partido y estamos en la línea que yo creo que llevamos de trabajo. Creo que fue un partido muy disputado, como pudo ser el de la Fiorentina. Contra ellos nos penalizaron muy pronto las primeras ocasiones. Fue un equipo de mucha entidad y un buen equipo como el Athletic. Fuimos capaces de defender bien, las pocas ocasiones que tuvo el rival las defendimos bien. Aprovechamos la del penalti y tuvimos alguna otra. Fue un partido igualado ante un equipo que el año pasado sólo perdió ocho partidos.

-¿El equipo que se vio el sábado es un boceto de lo que tiene previsto o fue coyuntural?

-Uno siempre aspira a que las cosas que se hacen bien mantenerlas y otras cosas intentar mejorarlas. Tanto el entrenador, el grupo, los jugadores... Somos ambiciosos, queremos hacer mejor las cosas. No me sorprende las cosas que hacemos a bien, porque las hacemos a diario y trabajamos para ello pero creo que tenemos que ser exigentes para ir mejorando día a día. Es un campeonato muy largo y el que piense que lo tiene hecho está condenado a sufrir.

-Pero ante el Athletic se comprobó que hay conceptos adquiridos.

-Yo creo que va a haber partidos en los que nos salgan mejor las cosas. En cada partido, mas allá de mantener nuestra identidad y ante quien sea mantener un estilo, hay matices que hace que cada partido sea diferente. Habrá partidos en las que haya que ajustar cosas como si el rival juega directo, si tiene un jugador a pierna cambiada y hay que contrarrestarle... Eso pasó ante el Athletic. Son características y circunstancias que te hacen estar alerta para que el partido salga bien ofensiva o defensivamente. Ante el Valencia tenemos un caso diferente, es un estilo diferente si juega con dos puntas o uno con tres en el mediocentro, que es más habitual. Son matices que debemos intentar ajustar para que, manteniendo nuestro estilo de juego, nuestra identidad, intentar sacar partido de ciertas ventajas.

-¿En qué porcentaje está el Málaga que busca?

-Porcentajes... [sonríe]. Creo que no es una cosa exacta. Te diría que estamos en un proceso de aprendizaje y mejora continua, y tenemos que ser exigentes porque siempre tenemos algo que mejorar, algo que hacer. Me gustaría que cada día ese porcentaje que dices de mejora lo tengamos presente y seamos ambiciosos para mejorar.

-Dijo Sergio Sánchez en rueda de prensa que le ha impactado su forma de leer y preparar partidos. ¿Es tan machacón, en el buen sentido, como técnico?

-Considero que hago mi trabajo. Cuando era jugador, con características que no me hacían destacar mucho, igual sí era igual de constante y trabajador para que mi conciencia estuviera tranquila cuando las cosas salieran mejor o peor. De eso se trata, de intentar que los que estamos implicados en esto tengamos la conciencia tranquila y podamos ir por la calle y hablar con nuestros aficionados sabiendo que nos esforzamos al máximo. En cuanto preparación, intento hacerlo lo mejor posible.

-Para el que no le vio jugar, ¿era una especie de Camacho?

-Bueno... No sé, creo que Camacho es bastante mejor que yo [risas]. Fui un jugador de centro del campo muy trabajador y creo que mi principal virtud era que cuando jugaba los que estaban alrededor jugaban mejor que cuando no estaba yo. Eso también era una virtud [sonríe].

-¿Un objetivo que tiene, más allá de jugar bien, es jugar atractivo, bonito?

-[Tarda unos segundos en contestar]. A ver, a mí me gustaría que mi equipo, como he dicho en más de una ocasión, sobre todo ganara porque creo que es lo que da la estabilidad, tranquilidad y continuidad en el trabajo de todo el mundo y que ese ganar también sea de una manera que realmente convenza. Hacia el exterior, si nuestro trabajo tiene reconocimiento, pues también muchísimo mejor, pero normalmente eso es consecuencia de los buenos resultados. Lo que me preocupa es que nuestra afición se sienta identificada con el juego del equipo y que vaya a los desplazamientos y al estadio con ese orgullo de que, ganaremos o no, pero 'éste es mi equipo', que vea que se esfuerza al máximo y trata de hacer las cosas bien aunque a veces ganamos y a veces perdemos. Que haya identificación con ciertos valores. Eso me gustaría. Lo atractivo, creo, va muy identificado a si el equipo gana o no. Si se pierde, nadie va a decir que se pierde pero que juega atractivo. Seguro que no [sonríe].

-Se han ido Willy, Eliseu y Gámez, tres pilares. ¿Sorprendido o lo tenía claro?

-No, no. De la situación del club, en el momento que llego, sé cuál es la realidad. No hay ni un tipo de sorpresa en cuanto a salidas. Es más, creo que el club sigue haciendo y ha hecho esfuerzos para que jugadores importantes para la plantilla sigan. No ha sido sacar jugadores por capricho o porque se ha podido. Ha sido sacar jugadores en función de necesidades para ese equilibrio presupuestario necesario a día de hoy. Y para que el Málaga no sólo tenga presente a corto plazo, sino también tenga futuro. Que sea un club que no esté endeudado o que mañana desaparezca el propietario y esto no esté condenado a la desaparición o al descenso como pasa en muchos sitios. El Málaga se está ajustando, las ventas hacen que se pierdan jugadores importantes de otras temporadas, pero por otro lado se han intentado fichar buenos jugadores e igualando ese presupuesto se ha intentado hacer un equipo competitivo. Ése es mi trabajo también.

-Ante el Athletic de centro del campo hacia adelante la media no llegaba a 22 años. ¿Tiene recorrido esta plantilla?

-Sí. Podemos maquillar la realidad con ciertas palabras según nos interese, pero la realidad es así. Vamos a ver de lo que somos capaces de ir construyendo, pero el equipo tiene un brillante futuro. Tener jugadores de esas edades y desenvolviéndose en Primera con cierta soltura y otros que no están participando y otros del filial que tienen y van a tener sus oportunidades... Estoy convencido de que tenemos una plantilla que tiene un futuro brillante si se consigue eso, ir apuntalando el equipo con lo necesario para que sea competitivo.

-¿Las oportunidades a los jóvenes es un hecho circunstancial o tiene confianza en la cantera?

-En el fútbol de hoy hay cierta obligación de contar con la cantera. Por una simple cuestión económica. Pero más allá de eso los hechos van a demostrar la confianza que hay en los jugadores. Puedo decirte que, para mí, cuando están en la plantilla no hay jóvenes o no tan jóvenes o extranjeros o nacionales o comunitarios. No miro el DNI, sino e rendimiento, miro posibilidades para el partido y trato de aprovechar las características de mis jugadores. Creo que el Málaga tiene una plantilla joven, de presente y de futuro, no sólo de futuro sino de presente que se va a poder ver en las actuaciones de los jugadores. No son jugadores del primer equipo que son jóvenes, sino que son gente que se ha ganado ser jugador del primer equipo.

-¿Entonces Samu Castillejo y Juanpi son futbolistas del primer equipo de pleno derecho?

-Sí, sí. Sí.

-Su primera acción como malaguista fue ir ver a los juveniles a El Sardinero.

-Sí, y luego fui a Lepe a ver al Malagueño. Coincidía que estaba en Pamplona y fui a Santander. Y luego la semana siguiente bajé a Lepe y aproveché los últimos días de vacaciones [risas].

-¿Y qué tal? Ya ha visto más veces al Malagueño.

-Me parece que hay chicos en el filial de mucho nivel y también en el juvenil. Se está trabajando bien en las categorías inferiores, se está firmando bien y me gustaría que el Málaga se viera como un equipo que tiene paso. Que la gente de la cantera vea al equipo con posiblidades de formar parte de él.

-En Osasuna hizo debutar a José García, un chico de 16 años.

-La verdad que en ese momento fue la necesidad. Teníamos varios lesionados y una plantilla que no teníamos más posibilidades y tiramos del filial. Le tocó a José, con el Almería, necesitábamos gente ofensiva y estaba para jugar. De total confianza, un chico con muchas cualidades, con físico por pulir y cosas que mejorar pero con virtudes técnicas para ayudar.

-¿Y cuáles son las cualidades que ve a Castillejo y Juanpi?

-Los veo buenos jugadores, jugadores que físicamente están muy formados. Uno con cualidades más de velocidad, otro con más cualidades para el juego combinativo, otro más de desborde. Diferentes pero con cualidades para aportar del medio del campo hacia adelante. Tienen virtudes para enriquecer las posibilidades del equipo.

-Otro joven, Luis Alberto, decía el otro día a este periódico que otro chaval, Horta, era "tela de bueno". ¿Lo comparte?

-Bueno, como comprenderás muchas distinciones no me gusta hacer [sonríe]. Para mí todos los míos son buenos. No me gusta decir quién es mejor o peor, no me gusta decir si titular o suplente o primero, segundo o tercer portero. Los porteros son porteros, los jugadores son jugadores y todos son para mí míos y todos son buenos. Luego mi responsabilidad me obliga a llevarme más disgustos que alegrías por los que juegan porque pienso más en lo que se quedan sin convocar. Pero es mi responsabilidad y un poco es lo que tengo que pagar.

-Habla de porteros. ¿Qué le llevo a elegir a Kameni?

-Simplemente era elegir entre dos jugadores. Miro las opciones y trato de elegir lo que creo que va a ser mejor y, para este partido concreto, Carlos tenía ventaja sobre Guillermo [Ochoa]. Simplemente eso. No quiero tampoco entrar a valorar ciertas cosas que luego pueden generar confusión o malinterpretarse. Simplemente tomo decisiones pensando lo que creo que es mejor para el partido. Valoro mucho sus características, el nivel de los dos, pero la Federación sólo me deja que juegue uno [risas].

-Decía el otro día Mourinho, preguntado por Cech y Courtois, que las alineaciones las hacía para un partido, no para una campaña. ¿Es un caso similar?

-Sí, un poco eso. Igual que el lateral derecho, el central... En todas las posiciones los jugadores saben que esto es fruto del trabajo diario. Y, aunque si te dijera que el que mejor trabaje en el entrenamiento siempre va a jugar estaría mintiendo, porque no va a ser así, desde luego me hace pensar mucho el jugador que día tras día trabaja al máximo y a la hora de tomar decisiones está constantemente haciendo que piense en él, aunque muchas veces igual no le llega la recompensa de los minutos.

-Subió al Cádiz a Segunda, al Almería a Primera... ¿Por qué sus mejores experiencias en los banquillos son en el sur?

-Pues no lo sé, la verdad [risa]. No lo sé. Me retiré en el Córdoba, casi a retirarme de todo, y tuve dos experiencias muy positivas, recuerdos muy buenos. No sé si casualidad. Mi destino será estar en el sur para entrenar y vivir, no lo sé.

-¿Conoció La Rosaleda como futbolista?

-Sí, ya de los últimos años del difunto Juanito, con el altavoz en el cetro del campo, con cables... Otra Rosaleda [risa]. Me parece un campo muy bonito, acogedor. No es grande como para dar sensación de vacío ni se nos hace pequeño. Una cosa bastante equilibrada pero espero que atraigamos cada vez a más aficionados.

-¿Cuáles son sus modelos como entrenador?

-He tenido muchos, muchísimos, y muy buenos. Todos los que he tenido me han enseñado muchas cosas. He sido siempre muy receptivo, he intentado aprender, he tenido muy buenos entrenadores en gestión de grupos, como Iñaki Saez, en el Bilbao Athletic. Es una persona excepcional. Mané en Lleida era un entrenador buenísimo en esa época, te hacía sentir cosas que luego anticipaba en los partidos. Víctor Muñoz, por ejemplo, trabajaba muy bien el físico. Me encontraba muy bien con él. Otros me dieron un trato excepcional, como Moré en Valladolid. Irureta sacaba de la gente mucho rendimiento, hacía funcionar el equipo como tal... De todos he aprendido.

-El ex malaguista Gato Romero es su segundo entrenador. ¿Se enfrentaron alguna vez?

-Sí, sí, hemos jugado.

-¿Le dio alguna?

-Más que me diera él, nos dábamos los dos [risas]. Lo conocía personalmente. Cuando el club me lo comentó, uno pregunta, se informa y todos los comentarios que recibí fueron muy buenos. Me bastó un minuto para ver qué persona era. También vi que era una persona muy querida por el entorno. Estamos muy contentos por cómo se forma el cuerpo técnico.

-¿Romero se vuelca más con el grupo o hace trabajo técnico?

-Todos trabajamos a diario en busca de cosas, trabajamos analizando vídeos constantemente. Gato ve jugadas a balón parado del rival. Ibán [Andrés, auxiliar técnico] ve otros aspectos del juego. Íñigo [Arteaga, entrenador de porteros] de preparar a los metas... Desmenuzamos la información para entre todos llegar a un análisis más detallado del que haría yo solo y hacérselo llegar al jugador, darle un DVD o ponerle un vídeo de cinco minutos antes de los entrenamientos. Que sea algo detallado porque luego eso ocurre en el partido, que sea representativo de lo que nos vamos a encontrar. Lo trabajamos mucho.

-¿Qué importancia va a tener la estrategia en este Málaga?

-La importancia que le doy es la que tiene en el juego. Hay estudios, aunque varían las cifras cada año. En los equipos en los que he estado han supuesto más del 30% de los goles. Los estudios de la Ligan andan sobre ese porcentaje, en torno a un tercio. Luego hay que definir qué es balón parado, si hay rechace o saque de banda... En las jugadas cerradas de saque de banda, córner o falta se marcan muchos goles y lo trabajamos, ofensiva y defensivamente.

-¿Qué club se ha encontrado?

-Creo que es muy importante cuando se empieza algo con qué predisposición vas. Si uno va en plan 'qué difícil está' o desmotivado al final, aunque sea muy bueno, te va a costar. Yo he ido con lo contrario, con una disposición muy buena y, además de eso, me he encontrado gente con mi mismo nivel de ganas, motivación e ilusión. Es muy fácil para mí hacer mi trabajo, tengo mucha ayuda y posibilidades de éxito y de que las cosas salgan bien.

-¿Cuándo y cómo surge la opción de firmar por el Málaga?

-Cuando acaba la temporada mi agente trabaja en ello. Hay diferentes opciones del extranjero, de Inglaterra en concreto, hay dos equipos de Primera División y también Segunda. Yo quiero entrenar en Primera. De las opciones que se presentan la que más me gusta es el Málaga, por lo que me voy a encontrar, por cómo voy a trabajar y las posibilidades que se pueden conseguir aquí. También están las condiciones de vida. Sobre todo es el club, en esa situación de hablar con unos y otros, que realmente me demuestra que me quiere.

-¿Tiene la impresión o la constancia de que el proyecto va a crecer, de que se podrá optar a jugadores más nivel económico?

-Me gustaría que fuera un club en crecimiento, que con mi trabajo se pueda hacer buenas campañas, tener esa estabilidad económica que te permita ir creciendo. Me gustaría ir creciendo de la mano del club e ir aspirando cada vez más.

-Debió ser traumático bajar con Osasuna, el equipo de su tierra.

-Deportivamente ha sido lo peor de mi vida. Tras el partido ante el Betis me senté y estuve en el sofá dos días. Dos días sin moverme. No tuve fuerzas. Tirado, sentado, pero sin moverme. Lo peor. Son muchos motivos. Andábamos muy justos en muchas cosas. Nos costaba mucho hacer gol.

-¿Y ese gol lo tiene aquí? Existe la idea generalizada de que Roque Santa Cruz es muy bueno, pero ese falta gol.

-[Muy serio] Yo considero que Roque este año va a marcar más de 12 seguro. Estoy seguro de ello, vamos. Y tiene que estar acompañado por los goles de Ezequiel [Rescaldani], los de los mediapuntas, de la segunda línea, la defensa... En media tabla hay 60 goles. Si nuestro máximo goleador hace cinco, Camacho hace cinco, si otro cuatro, el siguiente cuatro... Son pocos goles para aspirar a un puesto desahogado. Son pocos goles, hay que hacer más.

-¿Cuando dice que hace falta ese gol considera también que hace falta un fichaje para el puesto de delantero?

-No, no veo la necesidad. Hablo más de los que estamos, que no sé cuántos vamos a ser. Creo que seremos prácticamente los que estamos, con algún cambio, pero no sólo es exigir a un jugador sino generar para todo el equipo situaciones de gol para que los de arriba puedan convertir.

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