La herencia de Caballero

"Yo venía para jugar", asegura Ochoa tras su silencio "¡Qué iba a hacer yo ante Willy", cuenta Kameni

Ochoa, en primer plano, con Kameni en un entrenamiento de esta temporada.
José L. Malo Málaga

17 de marzo 2016 - 05:02

Willy Caballero, ahora campeón de la Capitol One Cup (su primer título de clubes) y héroe en la final, se fue para dejar un boquete muy grande en el corazón de los malaguistas. Difícilmente se cubre la ausencia de jugadores que conectan tan fuertemente como una afición. De hecho, aunque deportivamente muchos imaginaban un drama, el legado que quedó fue una dupla de porteros de alto nivel: Kameni y Ochoa. Un portero consagrado en el fútbol español y uno que llegó recién acabado el Mundial de Brasil, en el que fue uno de los más llamativos y destacados.

Ahora es el Memo Ochoa quien se coloca bajo el foco. Ha tardado un año y medio en debutar en Liga, tiempo en el que ha vivido en silencio porque así lo consideró el club. Hecho su debut en Riazor, desde entonces ya ha comparecido públicamente en un par de ocasiones y puede ser requerido para entrevistas. Con bastante retraso, comienza a explicar algunas de las situaciones vividas en su fichaje, el cual él creía que le iba a señalar como heredero de Caballero bajo palos. "Yo venía para jugar, es lo que se había platicado. Con la salida de Willy buscaban un portero que ocupara su puesto para jugar. En ese momento yo tenía ofertas de España y otros países. Al final tomé la decisión por lo que se había hablado. Una cosa es lo que decía la directiva y otra el cuerpo técnico. Al final fue lo que dijo el cuerpo técnico, se cambiaron los papeles y poco que decir ahí", relató el azteca en los micrófonos de la Cope.

Aunque nunca lo afirma, se sintió engañado. Ahora espera empezar a recoger el fruto de su mudanza a España. "Cuando negocias te quieren convencer y te dicen cosas, quieres verlo a tu favor y de ellos. Te dicen: 'vienes para jugar, tenemos entrenador nuevo, te quiere el entrenador'... Al final, todos sabemos la historia. Lo pasé mal, fue largo, pero ya pasó. A disfrutar cada partido que toque jugar", es su reflexión a posteriori.

Por su parte, Carlos Kameni vive ahora otra nueva etapa. Tiene que recuperarse bien de la rotura de menisco sufrida en Riazor y a la vuelta su posición de privilegio habrá desaparecido. Es más, unas buenas actuaciones de su compañero de aquí a que se recupere podrían plantear una seria duda en Javi Gracia a la hora de devolver al camerunés la titularidad. Curiosamente, Kameni fue protagonista ayer en Malaguistas entrevistan a..., una iniciativa inaugurada con Camacho semanas atrás y que tiene su continuidad. Ahí respondió a su ostracismo, el que le tocó vivir hasta hace año y medio. "Fue un momento muy, muy duro. Llevaba siete años y medio titular y uno de los capitanes en el Espanyol… Ante todo, tengo que respetar a mi compañero Willy que lo estaba haciendo muy, muy bien. ¡Qué iba a hacer yo! Trabajar por si me daban la oportunidad. Hablé con Willy para darle la enhorabuena por su título y su tanda de penaltis impresionante hace poco. Me dijo que había aprendido mucho de mí, que ahora le había tocado vivir el otro lado", reveló el guardameta en una distendida charla en la que confesó que había jugado en Francia como "delantero, pivote y central" y que en verano desconecta de la portería: "Me encanta hacer de jugador de campo. En vacaciones lo hago. Organizo muchos partidos benéficos y nunca juego de portero. Cuando acabo con mi club, guardo los guantes".

No obstante, no es ningún secreto que la relación entre Kameni y Ochoa es tirante, como ya reveló la temporada pasada el africano, versión que confirmó el internacional tricolor: "Como él ha dicho y yo digo, con unos te llevas mejor, con otros menos pero siempre eres compañero. Siempre ha habido respeto y profesionalismo, en los entrenamientos y en los partidos. Siempre le he ayudado a calentar. Podría no hacerlo pero no soy así. El trabajo es trabajo".

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