Un jugador sobre uno de los supuestos agresores: "Es un tío tranquilo al que se le fue la cabeza"

Tres días después del suceso que tiñó de sangre el césped del campo de fútbol de El Palo, los jugadores que estuvieron presentes este pasado domingo aún estaban ayer conmocionados. Uno de ellos es Antonio Rubio, un extremo del filial paleño que recuerda cómo se pasó de la alegría por la victoria a los nervios por el apuñalamiento de un jugador del equipo contrario. Este joven asegura que el presunto agresor "ha entrenado a veces con nosotros, pero lo conocemos de la grada, no mucho más, de vista. Venía a todos los partidos y sinceramente no me esperaba lo que pasó. Es un tío tranquilo al que se le fue la cabeza e hizo lo que hizo", comentó ayer.

Rubio señaló que "durante el partido hubo un pique continuo entre un central de nuestro equipo y Samu [el delantero del Alhaurín] pero es algo normal y no sabíamos que iba a ir a más. No esperábamos esa reacción de la grada, pensaba que iba a ser un solo un pique, partido ganado, ascendimos... todo perfecto, hasta que pasó lo que pasó y todo ha quedado manchado". El extremo indicó que estaban celebrando la victoria tras el final del partido, que alguien saltó al campo y cogió del cuello a Samuel. "Luego saltaron más de la grada con sillas, etcétera y hubo una trifulca", añadió. Rubio afirmó que en ese momento se encontraba en el vestuario y no vio la puñalada como tal, sino que un compañero del equipo le avisó de que había un jugador inconsciente en el suelo.

"Me quedé paralizado. No sabía qué hacer y me quedé en estado de shock", dijo este joven jugador al que no se le olvidará la pasada jornada dominical. Rubio confirmó que el presunto agresor y la víctima no se conocían anteriormente de nada y que la policía tomó declaración a varios de los jugadores en la comisaría provincial para intentar aclarar qué había ocurrido y quiénes eran los culpables.