La maldición cajista de Moscú

En las nueve visitas que el cuadro malagueño ha realizado a la capital rusa nunca ha logrado vencer El balance es de ocho derrotas ante el CSKA, rival mañana, y otra ante el Dinamo

Luka Zoric intenta mantener la posición de la bola ante la oposición de los jugadores del CSKA de Moscú.
José M. Rebollo Málaga

24 de enero 2013 - 05:02

La historia del Unicaja en Europa está repleta de viajes. Los méritos del equipo en la parcela le han llevado a participar durante más de un decenio en la Euroliga, la máxima competición continental, a lo que hay que sumar la anterior etapa, más modesta pero igualmente o más exitosa aún si cabe, con la participación y el triunfo en la Copa Korac. Tiempo de sobra para haber visitado todas las capitales del baloncesto europeo más de una vez: Belgrado, Zagreb, Estambul... Una lista a la que además sumar las capitales de la Europa cosmopolita: Atenas, Berlín, Roma... entre otras. En todas ellas el Unicaja ha difundido una imagen, pero al menos se ha vuelto con una victoria de esos viajes. Sólo hay una excepción, y esa es Moscú.

Hasta nueve veces ha visitado el club de Los Guindos la capital del antiguo imperio soviético y en ninguna ocasión ha logrado la victoria. El CSKA de Moscú siempre ha sido uno de los grandes en el baloncesto del Viejo Continente, y a dicha afirmación contribuyen las seis Euroligas conquistadas que pueblan su sala de trofeos. Los últimos nueve títulos de Liga disputados llevan su nombre escrito, por lo que se trata de un rival temible sea cual sea el escenario. Otro equipo con un palmarés similar, como es el Panathinaikos, tuvo que hincar la rodilla ante el conjunto cajista en la temporada 05/06 con un ajustado 93-95. Lo más cerca que ha estado el cuadro malagueño de ganar en Rusia fue un 76-70 en esa misma campaña.

Pero ese no fue, ni mucho menos, la primera visita del Unicaja a Rusia. Ésta tuvo lugar diez años antes, cuando los Curro Ávalos, Mike Ansley, Nacho Rodríguez o Kenny Miller formaban parte de una histórica plantilla que no pudo evitar caer 81-67. Desde aquel momento, Moscú se convirtió en una ciudad maldita para el Unicaja, que 17 años y ocho encuentros después, sigue sin saber lo que es hacer el puente aéreo Moscú-España con una victoria más en el casillero. La derrota que más dolió a la afición verde no tuvo lugar en Rusia, sino en Atenas, en el tope histórico del club en la competición, logrando colarse en la Final Four hasta que el CSKA se volvió a cruzar en su camino.

Poco antes, en esa misma campaña, el Unicaja visitaba de nuevo Moscú pero con un factor diferencial respecto a las anteriores visitas. Esta vez su adversario no era el temible CSKA, sino el Dinamo. Un oponente fuerte pero una ocasión para romper la mala racha, que al final tornó en otra decepción venida del frío, con la derrota por 86-80. Diferentes equipos, mismo resultado.

Será el frío, será el cambio horario, será el nivel. En todo este tiempo, el Unicaja se ha enfrentado al CSKA en casi todas las situaciones imaginables. La última tuvo lugar la pasada temporada, en la fase regular de la Euroliga. De aquel equipo que perdiera 77-66 sólo permanece el croata Luka Zoric. A día de hoy, y con un plantel renovado en todos los campos, el croata sigue siendo el mayor peligro en ataque y el gran baluarte en defensa que tiene el club de Los Guindos. En aquel entonces, la derrota no afectó en exceso a un Unicaja que continuaba teniendo un balance positivo para llegar al Top 16. De caer mañana, podría decir prácticamente adiós a sus opciones de superar dicha fase. Siete derrotas en los últimos siete partidos contemplan un reto difícil, pero no es más que otra situación para comprobar si, al décimo intento, el Unicaja logra romper la maldición de Moscú.

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