El muro que contuvo al muro
Fernando Hierro y Fernando Sanz fueron pareja de centrales en el Borussia-Real Madrid del 98, del que salieron ilesos "A cualquier futbolista le motiva jugar en un campo así", coinciden
Fernando Hierro descansa en su domicilio de Madrid, Fernando Sanz está de mudanza en Dubai, por donde vertebrará su futuro empresarial. Separados a miles de kilómetros hoy, en el 98 fueron herméticos hasta el extremo. La pareja de centrales que el Real Madrid de Heynckes alineó en Dortmund para evitar que los amarillos remontaran el 2-0 del Bernabéu dio su fruto. 0-0, resistencia absoluta ante el Muro amarillo. Adalides del malaguismo, rememoran aquella experiencia para Málaga Hoy. El día que el muro contuvo al muro.
El veleño tiene grabada la eliminatoria, el madrileño el estadio. "Cuando los jugadores salgan del túnel de vestuarios, a mano izquierda tendrán uno de los fondos, una grada que parece no tener fin. Es una barbaridad de gente. Además, no paran de moverse, de saltar y de gritar. Cada vez que rugen es espectacular", lo define Sanz. La descripción de Hierro es más sonora: "Es un campo donde notas enseguida que la gente está muy encima, sientes mucho su cercanía. Impresiona ver la tribuna sur. Pero no es sólo eso, todo el campo aprieta. Sin duda, impone mucho el ambiente. Los 90 minutos son muy ruidosos. Y en ese partido la gente estaba de pie".
Los dos coinciden en anhelar aquellas experiencias: "Cualquiera querría jugar en un campo así. A todo futbolista le motiva eso". El ex director general, además, ve una plantilla absolutamente capacitada para desenvolverse ahí. "El Málaga tiene muchos jugadores de experiencia y estoy convencido de que no les va a superar el ambiente. Eso hace mucho en estos partidos, doy fe de ello. La grada no les va a influir, no habrá ningún tipo de sicosis ni nada así", apostilla. "El Westfalenstadion les dará una motivación súper, ¡y van a jugar ante un campeón de Europa!", añade Sanz al otro lado del teléfono.
"Recuerdo muy bien nuestro partido allí. Habíamos conseguido un muy buen resultado en la ida, el día que se cayó la portería, vaya lío. Morientes nos dio la ventaja, pero la verdad es que el gol de Karembeu, aquel punterazo, nos permitió jugar algo más tranquilos allí. Fue un partido que tuvimos bajo control, quedó 0-0. Me tocó jugar con Fernando Sanz al lado porque Sanchís estaba sancionado. No pasamos muchos apuros, la verdad. Nos clasificamos para la final y la ganamos con aquel gol de Mijatovic", es la radiografía de Fernando Hierro de aquel recuerdo. Sanz sueña con que el Málaga les emule: "El Málaga es capaz de vencer a cualquiera. Cuando se jugó contra el Oporto, todo el mundo era igual de pesimista, se pensaba que ellos eran los favoritos por lo visto en el partido de ida. Si los de Pellegrini son capaces de encontrar esa motivación, pueden pasar perfectamente, aunque sea complicado".
Pase lo que pase, la experiencia que le quedará a los jugadores blanquiazules será indeleble. Basta escuchar a dos tipos con bagaje desde campos de albero hasta los despachos para que, 15 años después, sigan esos recuerdos muy presentes en su memoria. "Es uno de los campos que más me ha impactado en mi carrera y de los que más me ha gustado también". Eso lo afirma Fernando Ruiz Hierro, que ha jugado por títulos locales, internacionales y hasta citas del Mundial. Para él esta noche la Südtribüne se convertirá en el tranquilo sofá de su residencia en la capital de España. Sanz, recién aterrizado en el emirato árabe, tirará de la logística de José María Arrabal, exdirector de márketing, que lleva dos años trabajando en Dubai, para "localizar algún sitio donde poder ver el encuentro".
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