"Ese niño que debutó ya dio un paso al frente y sabe de qué va esto"
Portillo se estrenó en Primera en Madrid: "Ni siquiera calentaba; pasó lo de Mtiliga, se paró todo y sólo vi el Bernabéu, tan enorme como es" "Yo resfriaría a Cristiano; es su emblema, una estrella mundial", asegura
La camiseta del año de su debut en Primera División, la del curso de su consagración en la Champions y la actual; Portillo posa con ellas como semblanza del tiempo que lleva en el primer equipo. El Bernabéu, cuna de talentos, le alumbró. De ese niño sobreviven la cara y una buena memoria. No quiere ser aquel canterano, sí como Isco, pero con su propio lacre, nada de imitaciones. Se avecina el cuajo de otro de los niños bonitos de la base. En las preguntas complicadas también sabe regatear.
-¿Qué pasó el 24 de enero de 2010?
-Es una fecha que nunca se borrará de mi memoria. Fue el sueño que tenía de siempre, debutar con el primer equipo. Además, nada más y nada menos que en el Santiago Bernabéu.
-¿Qué dorsal llevaba?
-El 29.
-¿Cuántos minutos jugó?
-No muchos [fueron 17]. Recuerdo que por la lesión de Mtiliga, que se partió la nariz en un lance del juego. Me tocó entrar y ni siquiera estaba calentando en ese momento. Muñiz me llamó. Se paró todo y sólo vi el Bernabéu, tan enorme como es.
-¿Tanto impresiona?
-Sí. Es casi el estadio más alto de España. Yo jugaba en El Viso, aún no lo había hecho ni en La Rosaleda, y de repente te encuentras eso y claro que impresiona.
-Con los nervios, ¿da tiempo a disfrutar?
-Tuve una sensación rara. El equipo iba perdiendo, pero, no voy a decir que no, sí que disfruté. Debutar con el primer equipo era lo que quería, así que disfruté mucho.
-¿Recuerda qué le dio tiempo a hacer?
-No hubo tiempo para mucho, apenas una buena jugada que nos salió en el córner. Pero me quedo con esos minutos y la ilusión que viví. Y ahora vamos otra vez, por tercer año.
-¿Es consciente de que si Cristiano Ronaldo no le parte la nariz a Mtiliga no habría tenido un debut así?
-(Risas). Eso ya nadie lo sabrá. Lo cierto es que me impactó verlo. Cuando salí me lo encontré de frente y tenía la nariz completamente rota. No creo que fuera con mala intención.
-¿Dónde está la camiseta de aquel día?
-Guardada en mi casa. Con la fecha del debut enmarcada. Ni para mi madre, ni para mi novia ni para nadie, esa camiseta es mía y la tengo reservada para mí. Es la que más ilusión me hace tener de todas las que tengo. Para un canterano, es un sueño hecho realidad.
-¿Había estado antes en el Santiago Bernabéu?
-De pequeño sí había estado, pero con tanta gente allí o en un partido, nunca.
-Le tocó entrar con las gradas echando humo por la expulsión de su ídolo.
-Sí, y se notaba. Justo cuando iba a entrar yo fue cuando le expulsaron. Entonces l público se echó encima del árbitro. Con el Bernabéu entero chiflando es difícil escuchar algo ahí. Aunque yo no estaba pensando en si eso eclipsaba o no mi estreno, me daba igual todo eso; yo lo único que quería era salir, jugar y hacerlo bien. Debutar era lo único en mi cabeza, nada más.
-Tres años después, ¿le seguirá impactando jugar allí?
-Siempre te impacta, pero no sólo el Bernabéu. Cualquier estadio de Primera lleno hasta la bandera a cualquier profesional le impacta. El año pasado tuve la suerte de jugar como titular, aunque fue difícil para nosotros, porque no nos ayudaron mucho. Hay que cambiar la mentalidad, ir allí, saber hacer nuestro juego y aprovechar las oportunidades.
-Cazorla primero e Isco después, vaya dos maestros ha tenido.
-Como decía Pellegrini, entrenar día a día con esos grandes jugadores me ha hecho mejor futbolista. Joaquín, Cazorla, Van Nistelrooy, Isco, Jesús Gámez... Si dijera uno en concreto, sería injusto.
-¿Y el alumno Portillo cómo va tras las clases de ellos dos?
-Lo que quiero es ser mejor. Soy joven aún, estoy trabajando para ello y para mejorar.
-Después de tanto disfrutar con Isco, ¿cómo se mentaliza uno de que lo bueno que haga el sábado es una faena en contra?
-Claro, es difícil. Es un gran compañero, tenemos buena relación y hablamos mucho. Le deseo lo mejor, porque se lo merece, pero espero que el sábado esté tranquilo y no haga ninguna de las suyas. Que tenga un día malo es complicado. Marca la diferencia, es muy, muy bueno. Habrá que estar pendiente a él, pero otro también te la puede hacer.
-¿Le hace daño que se le vea como el posible relevo de Isco?
-No me hace daño. Siempre he dicho que para mí es un halago que me comparen con un jugador como él, pero Isco es Isco, ha hecho mucho aquí, y Portillo es Portillo. Yo estoy empezando aún y todavía no he hecho nada. Quiero mejorar y hacer las cosas bien.
-Isco contra Portillo en el Bernabéu, suena a cartel de lujo.
-Sí, suena bien, pero no creo que ese sea el duelo. El duelo es Real Madrid contra Málaga. Como en todos los partidos, saldremos a ganar y a aprovechar nuestras oportunidades. Allí no podemos fallar. Como fallemos, el Madrid te mata.
-En su tercer encuentro en el Bernabéu, ya no es un niño, ahora va con un rol importante en el equipo.
-Está claro que este año me siento y quiero ser un jugador importante para el equipo, para mis compañeros. Creo que es una buena ocasión para revertir lo que pasó contra Osasuna, que fue un error, porque en ese partido, tal y como se dio en la segunda parte, merecimos al menos el empate.
-Schuster dice públicamente que quiere que usted sea su Isco. ¿Se lo ha dicho también en privado?
-Para mí es un placer sentirme querido por mis compañeros, importante, y que confíen en mí. Por supuesto que quiero serlo y ayudar a mis compañeros. Ser mejor.
-¿Habla más Celestini que Schuster esas cuestiones?
-Los dos están haciendo un gran trabajo con el equipo. Es casi entero nuevo, el sistema ha cambiado un poco. Es normal que haya un poco de dudas ahora al principio, pero el equipo lo está haciendo bien. Tenemos un partido complicado el sábado, pero tenemos que utilizar nuestras armas.
-El técnico dijo que llegaría su momento y que sería importante en el equipo. Podía sonar a excusa pero se está cumpliendo.
-Es cierto que al principio de temporada lo que un futbolista desea es tener minutos y yo me encontré en esa situación... Hablaron conmigo, me dijeron que iba a ser importante y ahora estoy teniendo minutos y me siento importante y querido por los compañeros.
-¿A quién resfriaría del Madrid para el sábado?
-A Cristiano. Es el jugador emblema de ellos, es una estrella mundial, su referencia.
-Supongo que no dice Isco por vivir la experiencia de jugar contra él.
-Sí. Isco es un grandísimo jugador. Está empezando. En el Real Madrid es difícil hacer lo que él está haciendo. Llegar, meter goles, hacerse con un puesto de titular con 21 años... Es un ejemplo a seguir.
-Destacan mucho a nivel nacional lo que hace, pero todavía no ha mostrado todo el repertorio que enseñó aquí.
-Es un jugador joven que le están yendo las cosas muy rápidas pero lo está haciendo bien. Tampoco hay que exigirle tanto, tiene 21 años, está en el Madrid y la Selección, pero hay que ir poco a poco con él. Tiene cualidades para triunfar.
-¿Le va a pedir la camiseta?
-Hablaré con él, a ver si alguno de estos [señala al vestuario] no se me ha adelantado. Intentaré tener la suya porque me haría mucha ilusión. Fue un gran compañero y vivimos cosas muy bonitas aquí.
-¿Cree que ha salido ya de su crisálida de canterano?
-Por supuesto me siento un jugador del primer equipo. Ya llevo mucho tiempo aquí, ya sé de qué va esto. He vivido buenos y malos momentos, cómo es el fútbol. Con 23 años no soy un jugador hecho, me falta mucho por aprender, pero estoy en el camino y creo que ese niño que debutó ha dado un paso importante.
-Pero mantiene esa cara de niño y engaña.
-Me lo dicen mucho, pero mejor, así cuando sea mayor me echarán menos años (risas).
-Las patadas que le dan no son de niños, precisamente.
-Es lo que pasa en Primera. Cualquiera va al límite. El fútbol son patadas. Si no queremos que nos las den, mejor no jugar al fútbol, porque en Primera es normal que te las den.
-¿En qué cree que ha mejorado su fútbol desde que debutó hasta hoy en día?
-Sobre todo, a tener más presencia y tranquilidad. A la hora de los choques me he hecho más fuerte. Antes a lo mejor chocaba y no iba como ahora. Ahora me he llevado bastantes palos y voy al límite, como todo el mundo.
-¿Y qué se le resiste?
-Muchísimas cosas. Ser más regular, no desaparecer tanto en algunas fases del partido. Quiero mejorar de cara al gol también. A un centrocampista se le pide que tenga llegada. Si tienes buen criterio de pelota y llegas y haces goles, eso para un futbolista es lo más bonito.
-Le pasa como a Iniesta: marca poco, pero cuando lo hace son preciosos.
-(Risas) Sí, los que he metido aquí han sido buenos goles. Espero que lleguen muchos más.
-¿Cree que Isco es el relevo natural de Iniesta en la selección?
-No lo sé, eso será el tiempo quien lo dirá. No soy la persona idónea para decirlo, aunque está en el camino. Son jugadores parecidos. Iniesta, para mí, es el mejor jugador del mundo en su posición. Ojalá que Isco llegue algún día a ese nivel.
-Por aquello de su apellido, ¿la mejor fórmula de puntuar en el Bernabéu es poniendo el autobús? -No, no. Si salimos a poner el autobús, el partido se nos hará muy largo y correremos detrás de ellos. No saldremos así, sino a por los tres puntos. Yo nunca he salido a poner el autobús, no es mi fútbol. Si me toca defender lo haré como uno más, pero no saldremos a eso. Hay que estar juntos y hacer una presión fuerte al Madrid porque ellos no están pasando por un buen momento. Tienen sistema, técnico y jugadores nuevos y eso se nota. Hay que presionarles arriba, ir a por ellos y a por el partido. Y la que tengamos meterla, porque si empezamos a fallar ocasiones, ellos llegarán y te la harán.
-¿Cómo ve al Madrid con Carlo Ancelotti? -Aún no han encontrado el fútbol que quieren. Han cambiado el contragolpe por el fútbol de toque. Por ahí les podemos hacer daño, en las dudas que tienen, en que al principio se puedan sentir presionados y que el público se les eche encima.
-Ustedes también han cambiado pero la mentalidad de fútbol ofensivo sigue presente en el vestuario.
-Sí, somos conscientes de que tenemos que estar todos los partidos al cien por cien. Ya lo vimos contra Osasuna, que si bajamos un pelín nos hacen daño. Se han ido buenos jugadores pero hay un buen bloque del año pasado con muchas aportaciones positivas de este. Estamos ahí, concienciados en nuestro trabajo, en nuestra meta de ir partido a partido, nada más allá del Santiago Bernabéu.
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