Nadie lo dice abiertamente, de manera comprensible, en el seno del Unicaja. Pero la idea general en el entorno malagueño es que el Valencia Básket es el rival menos complicado de los tres posibles en la eliminatoria de cuartos de final. No porque se le ganara el fin de semana, sino por el innegable poder de los transatlánticos futboleros.

Las cuentas son las siguientes. Hay que tener en cuenta que mañana hay un atrasado Madrid-Baskonia que dilata un poco las cuentas y habrá más luz. Pero, en esencia, el Barcelona depende de sí mismo y será primero si gana en casa al Iberostar Tenerife (que se juega el billete para el play off Liga Endesa). Si pierde, necesitará que caigan el Real Madrid y el Valencia Basket o corre riesgo de quedar hasta tercero. Tiene un balance actual de 28-5.

Con 27-5 está el Real Madrid, que opta incluso al primer puesto, lo que conseguiría si gana los dos partidos (el aplazado contra el Laboral Kutxa Baskonia y en la cancha del Baloncesto Sevilla el domingo) y el Barça Lassa cede en casa contra el Iberostar Tenerife. Si no caen los blaugrana, depende de sí mismo para ser segundos.

Por último, el Valencia debe ganar al MoraBanc Andorra para tener opciones de ser primero, lo que sólo conseguirá si el Barça Lassa pierde en casa contra el Iberostar Tenerife y el Real Madrid cede en al menos uno de sus dos partidos. Si solo falla uno de los dos podría ser segundo, y si los dos lo ganan todo tendrán que conformarse con la tercera plaza. Eso sí, si el Madrid falla ante Laboral Kutxa o Sevilla y los de Pedro Martínez ganan, podrían ascender hasta la segunda posición.

El propósito del Unicaja es intentar alcanzar las 20 victorias al final de la temporada regular, lo que daría algo más de lustre a una temporada regular que en su segunda vuelta sólo sería mejorada por Real Madrid y Barcelona. Pero de reojo se medirá lo que ocurra en otras pistas para saber contra quién se pelea en los cuartos de final.