El desarrollo de la Operación Oikos, como se han bautizado las pesquisas para desactivar los amaños en partidos de fútbol en las principales categorías de España, pone de relieve cómo es el modus operandi del grupo encargado de, presuntamente, arreglar los partidos en el balompié nacional. Entre los detenidos está el ex futbolista malagueño Carlos Aranda.
Según la información facilitada por la policía, la selección de encuentros se realizaba preferiblemente al inicio o al final de la liga. Se intentaban “pactar” apuestas combinadas –resultados parcial y final, resultado final y córneres…) que permiten incrementar notablemente los márgenes de ganancia.
El proceso de captación se iniciaba realizando una primera aproximación “de tanteo” a algún miembro del plantilla, preferiblemente a uno de los capitanes. La forma de pago, una vez aceptado el amaño, implicaba que el abono se produjera siempre en metálico y en dos fases, una previa al encuentro y otra una vez producido el resultado pactado.
Los responsables de la organización eran los encargados de anticipar el dinero correspondiente al primer pago a los jugadores y a las apuestas. Durante los meses que ha durado la investigación se ha contado con la activa colaboración de Europol, la Dirección General de Ordenación de Juego y La Liga de Fútbl Profesional.
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