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Los pívots suben al carro

  • El Unicaja se equilibra en Estambul para derrotar con solvencia al Efes (76-67) Golubovic sumó 13 puntos y 10 rebotes y Dragic (14 puntos) fue el máximo anotador

El Unicaja acumula victorias y buenas sensaciones con el transcurrir de la pretemporada. La Gloria Cup de Estambul tiene aroma de Euroliga y para la reafirmación propia del buen trabajo y para marcar territorio vienen bien triunfos como el de ayer ante el Anadolu Efes (76-67), eterno aspirante que se queda en el camino y que se ha reforzado, una vez más, con grandes jugadores y un técnico para poner orden a la displicencia, el mítico Dusan Ivkovic.

El ambiente era un tanto desangelado en el Ulker Sports Arena, pero lo demás envolvía un test de alto calibre. Y el Unicaja gobernó el partido desde el segundo cuarto hasta el final, incorporó a más jugadores a la buena onda y repartió noticias gratas. Un primer tiempo más brillante, con juego fluido y un festival de triples concentrado en el segundo cuarto. Un segundo más espeso, clásico a estas alturas de la temporada, pero en el que la defensa cajista ofreció cotas muy altas de rendimiento. Plaza insiste en la idea que ya planteaba el año pasado de defender con frecuencia a toda pista, con 2x1 contra el base, para dificultad las ideas del rival. Y le salió bien. Salvo un bloqueo mediado el primer cuarto que hizo pasar del 8-2 inicial a un 13-18, el equipo fue continuo, derrochó solidez. Siempre con los asteriscos y paréntesis de la pretemporada, pero la imagen que irradia el Unicaja es la de un equipo fiable.

Rápidamente se enchufó el bloque malagueño, con una irrupción muy agradable de Golubovic, con tres canastas, dos de ellas con adicional. Hacía falta, para ganar su confianza y demostrar repertorio. Sus cualidades son las que son y seguro que dará cosas al equipo. Acabaría con 13 puntos y 10 rebotes para ser el hombre más valorado del duelo (20).

(21-22 al final del primer cuarto). En el segundo cuarto tuvo el Unicaja una explosión anotadora concentrada en cinco triples en tres minutos. Tres de Granger, uno de Thomas (ayer se animó a hacer más cosas, entre ellas exhibir muñeca) y uno más de Vasileiadis, que tiene licencia para lanzar (2/9 en tiros de campo ayer para sumar nueve puntos) y también para atacar el aro y jugar el 2x2. Esa llamarada le dio 10 puntos de ventaja al Unicaja (38-28), que también contó con otro empujón de Fran Vázquez, reducidos al descanso (45-41).

Tras el paso por los vestuarios el encuentro adquirió un tono más grisáceo y plomizo, pero con ese buen tono defensivo del Unicaja. Durante ocho minutos el Efes sólo anotó cuatro puntos. Tres tiros libres de Vasileiadis permitieron expandir la renta a los 14 (59-45), máxima diferencia del duelo. Ahí había emergido como caudillo Zoran Dragic, imparable con campo abierto y en las penetraciones, hasta ser el máximo anotador del partido con 14 puntos. Jugó un par de minutos en el tercer cuarto de base, como después coincidieron en pista Granger y Markovic. El uruguayo sumó nueve asistencias, más de la mitad de las 16 del equipo. Una de ellas espectacular, mirando al tendido, para dejar solo a Kuzminskas, que machacó en el contragolpe. Bien también en la segunda mitad el lituano, más desinhibido y suelto, camino de romperse la camisa como le piden quienes le ven un talento especial.

El juego interior se sumó a la buena ola de los exteriores. Si en Benahavís los cuatro se quedaron en 17 puntos, ayer acumularon 29. Y con un impacto mayor en el juego. El Unicaja puso la alambrada en los siete puntos de ventaja y de ahí no bajaría el Efes en el resto del encuentro. Sólo metió el equipo malagueño un triple en el segundo tiempo. No hizo falta más para amarrar un dulce triunfo en la pista de un equipo entre los ocho presupuestos más altos del continente. Ese Top 8 del que sottovoce se habla en el vestuario cajista. Tercera victoria consecutiva, buenas vibraciones y hoy toca otro test duro: el Olympiacos.

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