El pozo se hace más profundo

Lamentos que dejan paso a la resignación. Las gradas del Municipal tardaron cinco minutos en comprender que el Marbella ayer no iba a plantear un acuerdo de continuidad el en Grupo IV de Segunda División B. Al contrario, el pozo cada vez es más lúgubre y profundo y sólo los traspiés de los otros aspirantes a la defenestración (véanse los empates de Estepona y Moratalla y la derrota del Sevilla Atlético) mantienen erguido el estandarte de la fe. La barrera de la permanencia continúa siete puntos por encima de los números del once de Alfredo, los mismos que ayer antes de desperdiciar el envite ante el Roquetas.

Cinco minutos fueron suficientes para que un lanzamiento desde el centro del campo, que cogió despistado a Ávila, de De Gomar hiriera de muerte a un Marbella que apenas atinaba a recuperar la verticalidad cuando otro zapatazo del motrileño, esta vez desde la frontal del área blanquilla, se colara por la escuadra y asestara la puntilla definitiva a los de Alfredo Santaelena.

El equipo almeriense lució la pegada que le faltó al Marbella durante los 90 minutos. La ansiedad se apoderó del conjunto marbellí, que fue incapaz de ver portería hasta mediada la segunda mitad, cuando Santi Moreno, que comenzó el partido en el banquillo, acortó distancias y aportó razones para creer en la remontada. La última media hora fue un quiero y no puedo. Los malagueños buscaron el empate a la desesperada, pero el Roquetas supo contener las embestidas locales.