Llega el CSKA al Martín Carpena. Es como llevar al coche a la revisión, uno lo hace con miedo, a ver por cuánto sale la gracia. No debe ser la actitud del Unicaja, que ha de afrontarlo más bien como una parada en boxes, sin temor a la derrota, sabiendo que de ahí puede salir catapultado de cara a las cotas más altas de la temporada. Porque vencer al gigante ruso, aquí o allí, tenga o no algo en juego, siempre es un bombazo. Lo rozó y no dejó de intentarlo el cuadro de Joan Plaza en la ida, obligó a los de Itoudis a dar lo mejor de sí mismos para no ver profanado su templo del baloncesto. Aunque ciertamente este Unicaja se ha desinflado en Europa, dilapidó un 3-0 y se clasificó la semana pasada para el Top 16 con una deprimente remontada en contra del colista Limoges. Lo bueno de jugar contra el CSKA, de lo poco bueno que tiene, es que siempre hay una gran dosis de prestigio en caso de llegar a la otra orilla. Dan igual las circunstancias previas si se sabe enfocar el tremendo botín que esconde derrotarles.

El CSKA Moscú viene líder inmaculado y se irá líder, quién sabe si aún invicto. Para el Unicaja es cuestión de afrontarlo con una de las metas de la temporada en el bolsillo, pero con un abanico de posibilidades muy distintos para los cruces del Top 16. Ser segundo, tercero o cuarto puede deparar circunstancias bien distintas. Haber perdido la semana pasada en Francia invita al pesimimo de entrar en las últimas plazas. O a buscar una machada esta noche o bien dejar los deberes para la última jornada en Tel Aviv. Este Maccabi está demostrando no ser el más temeroso, pero el león ha despertado en las últimas jornadas y nunca es fácil asaltar su casa. Claro que, de ganar hoy, el Unicaja iría plenamente facultado para arrostrar a los hebreos con la mayor confianza del mundo.

Hoy es uno de esos partidos que gustan a Joan Plaza para calibrar la entereza mental de los suyos. Será un examen coral e individual de cara a las exigentes citas que deparará el calendario a medida que el Unicaja vaya adentrándose en las tres competiciones que le aguardan. Seguramente no esté en el aula Ryan Toolson, a quien ayer una gastroenteritis con fiebre le dejó fuera de combate. Hay tiempo para que se recupere y esta noche se pueda vestir de corto, pero no hay necesidad de forzarle para un partido que no es más trascendente que el del próximo domingo ante el CB Sevilla. Seré pues el turno para que Karahodzic vuelva a tener minutos de calidad en su proceso de maduración. La compensación estará en la baja de Teodosic, que en la ida descosió al Unicaja.

Con la duda que siempre genera la dupla de norteamericanos en el juego interior, de nuevo emerge la figura de Fran Vázquez para erigirse en la referencia del Unicaja. Aunque ya se sabe que en este tipo de partidos se necesita la mejor versión de todos para que el equipo tenga opciones reales de triunfo.