La primera perla de Schuster

La cara de Schuster en la sala de prensa de Mestalla hablaba por sí sola. Acumulaba un mosqueo monumental y sus palabras estuvieron a la altura del enfado. Tuvo para todos, y eso que apenas soltó cuatro frases a las tres preguntas que recibió. Pero cada palabra estaba cargada de significados. "No nos preocupa perder aquí, tenemos calculados cero puntos en las tres primeras jornadas", ahí se resume toda su reflexión. El técnico alemán lleva un par de semanas reclamando refuerzos, y con el cierre de mercado cada vez más cerca no termina de ver cristalizar ninguna de las operaciones que desea. Aun así, siempre se ha mostrado consciente del proyecto que asumió, por eso quizás sorprendió mucho más su reacción. El calendario le había propuesto al Málaga un inicio de temporada complicadísimo. Valencia, Barcelona y Sevilla para medir a un equipo que se ha desarbolado durante el verano. Pese a todo, la imagen ofrecida en Mestalla fue buena. Obviando el error de Caballero, se vislumbraron brotes verdes para creer en algo más que la permanencia.

De ahí que chocara aún más las palabras de Schuster. Muchos recordaron aquella famosa frase que acabó costándole el puesto como técnico madridista. Aceptando esas dosis de ironía habitual en las comparecencias del alemán, que hasta ahora se había mostrado abierto a hablar de cualquier tema, el dilema parte de si un entrenador debe mostrarse tan contundente. Lo que gana restando presión al equipo con esas palabras, lo pierde en el grado de confianza de un equipo que terminó satisfecho con el esfuerzo realizado ante un Valencia que no mereció quedarse con los tres puntos.

Pero su mosqueo no quedó ahí. Álvarez Izquierdo, viejo amigo de etapas anteriores, se llevó lo suyo. No estuvo muy fino el catalán y Schuster volvió a tirar de ironía para cargar contra él. "Ojalá ante el Barcelona nos toque otro árbitro casero", deslizó. Y todo eso en apenas cinco minutos de rueda de prensa. El nuevo preparador malaguista en estado puro.

Queda claro que las similitudes con Pellegrini no trascienden el terreno de juego. Mientras el chileno se mostraba cauto y sosegado ante los medios, el alemán no duda en ofrecer lo que piensa tras el partido. También hay que acostumbrarse a este nuevo registro. Claridad y contundencia, prácticamente lo mismo que le pide a los suyos sobre el campo.