El triplete de Greipel
Ciclismo l Vuelta a España
El corredor alemán se lleva su tercera etapa en la Vuelta en vencer al sprint en una nueva jornada sin sobresaltos · Valverde no pasó apuros y mantuvo el oro
El alemán Andre Greipel (Columbia) consiguió el triplete en la Vuelta con su triunfo al sprint en la decimosexta etapa disputada entre Córdoba y Puertollano, de 170,3 kilómetros, otra jornada de transición, de siesta, que finalizó con 45 minutos de retraso, sin alteraciones en la general, por lo que Alejandro Valverde dio otro paso hacia el triunfo final en Madrid.
Reaparición de Greipel, el corredor de Rostock que tenía pendiente la tercera visita al podio. Mojó en Lieja y en Vinaroz, desapareció en la montaña y en Puertollano irrumpió en la meta con su maillot verde de la regularidad para apuntarse su victoria número 15 de la temporada y la 77 de la escuadra, que perdona muy poco cuando hay llegada masiva.
Greipel, de 27 años, ganó la partida al francés William Boonnet (Bouygues) y al italiano Daniele Bennati (Liquigas), último ganador en la ciudad de la Fuente agria, donde el alemán degustó otro trago de éxito. Todos marcaron en meta 4:50.44, a una media de 35,1 kilómetros por hora, ritmo cercano al cicloturismo de café y bocata. Pero las fuerzas, en espera de etapas más atractivas, están en crisis.
Al final hubo susto. Una caída provocada por un aficionado que sacó el brazo y derribó a tres corredores cerca de meta. La peor parte para el belga Wouter Weylandt (Quick Step) y Julian Dean (Garmin), el primero de ellos con la clavícula maltrecha.
Para los favoritos día de transición, de recuperación de fuerzas en espera de otros escenarios. Incluso de trámite. Valverde mantuvo sin problemas el maillot oro con medio minuto sobre el holandés Robert Gesink (Rabobank) y 1.10 sobre Samuel Sánchez.
Lo que tienen la mayoría de los sueños es que son mentira. Pero como soñar es gratis y el que no arriesga no triunfa, siempre hay alguien que se arma de valor para intentar una escapada. De nuevo en escena Jesús Rosendo, del Andalucía, el farolillo rojo hace dos años. Una etapa que necesitaba un héroe soñador y andaluz que entrara con altas dosis de ilusión quijotesca en La Mancha.
El ciclista de Carmona echó a rodar por delante en el kilómetro ocho. Pero la siesta del gran grupo no iba a ser como la de la víspera. Alguien puso el despertador, el Columbia de Greipel. Tocaba sprint, así que Rosendo volvió a la realidad. Era el turno de Greipel. Hat -trick, o triplete. Y fue un sueño real, un trago de agua dulce.
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