El consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, indicó ayer tras el anuncio de la compra de Ono que es "pronto" para hablar de ajustes en la plantilla o en la cúpula directiva. "Se trata de dos empresas muy complementarias", dijo para puntualizar que esos dos asuntos se abordarán en los próximos tres meses, que es el plazo que tardarán las autoridades regulatorias en pronunciarse sobre la operación.

"Estamos confiados en que será una operación sencilla, que se resolverá en la denominada fase uno", indicó Coimbra. Para el directivo, la compra supone una importante oportunidad para que ambas compañías generen valor y para que los empleados y colaboradores de los dos grupos evolucionen en su carrera.

Ono tiene actualmente unos 2.500 empleados, mientras que Vodafone cuenta con una plantilla de 3.700 trabajadores en España.

En cuanto al equipo gestor de Ono, encabezado por el presidente, José María Castellano, y la consejera delegada, Rosalía Portela, el presidente de Vodafone España, Francisco Román, subrayó que las relaciones entre los equipos directivos de ambas compañías son y han sido tradicionalmente "estupendas".

Román señaló que la última conversación con Castellano en el "terreno personal" se produjo la semana pasada y que han quedado para comer en los próximos días.

En cuanto a si mantendrá la marca Ono, Coimbra dijo que, si bien es pronto para adoptar una decisión al respecto, se trata de una referencia con un "reconocimiento clarísimo" y una "notoriedad muy elevada" en la que Vodafone ve "mucho valor". "Si vemos mucho valor", sería un "disparate" prescindir de ella, concluyó.