-Ballesol es hoy un grupo consolidado pero ¿cómo fueron sus orígenes en 1980?

-Nacimos hace 30 años con una residencia en Majadahonda (Madrid) y con un carácter totalmente vocacional. A nuestra presidenta, que es mi madre, le gustaba atender a las personas mayores y decidió crear algo para cuidarles. Fue una de las primeras residencias profesionales en España pues tenía 4.500 metros cuadrados y 120 plazas y aún funciona. Estuvieron 10 años aprendiendo, formando equipos y a personal que sigue con nosotros. Fue el embrión de la filosofía del grupo, que se basa en atender bien a las personas y a sus familias.

-¿Fueron ustedes pioneros?

-Nosotros fuimos pioneros en el ámbito privado. Había algunas entidades sin ánimo de lucro y residencias públicas. También había pequeños chalés donde se cuidaban personas mayores pero no eran profesionales.

-En estos momentos tienen como socio a la aseguradora Santa Lucía pero han tenido muchos novios.

-Sí, en un principio fuimos sólo una empresa familiar. Luego llegamos a acuerdos con varias inmobiliarias para que ellos construyeran residencias y nosotros la gestionábamos. A partir de 2000 decidimos abrir el accionariado para crecer y entró en la empresa la firma de capital riesgo 3i. Hicimos una ampliación de capital y nos marcamos un plan de negocio cuyo objetivo era llegar a tener 6.000 camas en 2008. Hemos cumplido, e incluso superamos, ese plan de desarrollo y, a principios de 2007, 3i y otras empresas que también habían entrado en la compañía decidieron salir del capital. Buscamos un socio de largo plazo para seguir gestionando la compañía y entró la compañía de seguros Santa Lucía, que encaja perfectamente con nuestra filosofía, con el 60% de las acciones y nosotros nos quedamos con el 40%. A finales de 2008 decidimos ampliar otra vez capital en unos 54 millones de euros para comprar edificios y ahora tenemos 18 residencias en propiedad de las 45 que gestionamos, por lo que Santa Lucía tiene el 70% de la compañía.

-¿Prevén algún otro cambio en el accionariado?

-Ahora mismo no.

-Comenta usted que tienen 45 residencias de la tercera edad en España ¿qué proyectos tienen en cartera?

-Tenemos 45 abiertas y nos queda una por abrir en Barcelona de 220 plazas en pleno centro. También tenemos un nuevo proyecto en Cantabria de unas 100 plazas en colaboración con el gobierno cántabro en el que ya hemos empezado la construcción. Aparte estamos estudiando otros proyectos pero con los tiempos que corren estamos más en una fase de consolidación, pues hay que tener en cuenta que desde que se abre una residencia hasta que se obtiene una ocupación razonable pueden pasar entre cuatro y cinco años, por lo que las residencias nuevas generan unas pérdidas importantes en esos primeros años que soportamos por nuestras residencias históricas. De hecho, este 2010 volveremos a entrar en resultados positivos.

-El crecimiento en unos años, por tanto, ha sido grande.

-Sí, hemos pasado de tener ocho residencias en 2000 a 46 en 2009, una media de cinco aperturas al año.

-¿Qué presencia tienen en Andalucía?

-Aquí tenemos tres residencias en Málaga, una en Almería, una en Granada y una en Sevilla.

-Entiendo, por lo que ha comentado anteriormente, que no contemplan nuevos proyectos en Andalucía.

-Bueno, estamos estudiando estar presente en alguna otra provincia andaluza o reforzar nuestra presencia en las que ya estamos pero no hay nada concreto. Estamos a la expectativa de ver qué pasa con la Ley de Dependencia. Queremos ver qué va a cubrir y qué hueco va a dejar a la parte privada.

-¿En qué les afecta la ley de dependencia?

-Las administraciones siempre han sacado a personas de las listas de espera haciendo conciertos con residencias privadas o creando residencias públicas. Parece que ahora hay poco presupuesto para crear nuevas residencias públicas, por lo que quieren que la iniciativa privada haga la inversión y que las administraciones, vía conciertos o ayudas, hagan que la demanda fluya hacia las residencias privadas. A nosotros lo que nos parece más lógico es que un ciudadano pueda elegir el centro al que quiere ir y no que le manden a donde le toque. La libre elección del usuario motiva la competencia.

-¿Prevén entrar en alguna otra línea de negocio?

-Sí, acabamos de abrir en Villajoyosa (Alicante) un complejo de apartamentos tutelados en la costa. Es un concepto de ocio y descanso para personas que están bien, pero a las que les damos todos los servicios propios de un hotel y una consulta médica en cualquier momento. Son apartamentos en alquiler por temporadas.

-En la Costa del Sol hay algún centro similar, ¿planean abrir alguno en esta zona o en otra provincia andaluza?

-Hemos abierto el primer centro en Alicante y queremos ver cómo funciona porque es difícil localizar al cliente potencial. En Andalucía todavía no hemos mirado nada porque hay que tener en cuenta que son inversiones muy grandes.

-¿Qué previsiones económicas tienen para este 2010?

-El año pasado cerramos con una facturación de 100 millones de euros y este año esperamos llegar a 116 millones. También esperamos llegar a las 7.200 plazas y generar 700 nuevos empleos, hasta los 3.200.

-Decía usted que entrarían además en beneficio.

-Sí, tendremos un ebitda de 12 millones de euros y el beneficio neto será de un millón. Ya no hay que cerrar [se ríe]. En este sector hay que estar continuamente reinvirtiendo porque hay que tener los edificios bien. Una residencia, si no está dentro de un grupo, es un negocio ruinoso.

-¿No les está afectando la crisis?

-Sí, nos está afectando porque hay muchas personas que pensaban entrar en una residencia y, al final, han preferido ahorrarse el dinero. La situación de paro hace también que haya gente que han vuelto a vivir con sus padres o a depender de ellos.