Política

De la Torre afronta el reto de lograr un sexto mandato en las municipales del 26-M

  • La fragmentación del voto hace de estos comicios los más disputados en décadas 

  • Recuperar el voto huido a Cs y Vox en las generales y autonómicas, clave en la estrategia del PP

  • El bloque de izquierdas, ante la oportunidad de alcanzar la Alcaldía 24 años después

De la Torre y Bendodo, en el acto de apertura del 26M.

De la Torre y Bendodo, en el acto de apertura del 26M.

Francisco de la Torre está ante el reto de convertirse casi en un alcalde eterno. 19 años después de alcanzar la Alcaldía de Málaga, de lograr tres mayorías absolutas en las municipales de 2003, 2007 y 2011 y una victoria menor en 2015, vuelve a encabezar la candidatura del Partido Popular en la cita del 26 de mayo. Lo hace, eso sí, en un momento en el que la fragmentación del voto condiciona cualquier previsión a dos semanas del paso por las urnas, no sólo en la facción centro-derecha, sino también en el ala izquierda. Si ya hace cuatro años se daba por segura la necesidad de alcanzar pactos para diseñar el gobierno municipal, en la cita presente el valor se incrementa de manera sustancial.

De lograr el apoyo necesario para mantenerse al mando, el veterano regidor, que cumplió el pasado mes de diciembre 76 años, acabará su periplo en la Casona del Parque con más de 80, 23 de ellos con la vara de mando en sus manos. Más allá de ser el mandatario local con mayor trayectoria en la capital de la Costa del Sol (Pedro Aparicio gestionó el Consistorio entre 1979 y 1995 y Celia Villalobos lo hizo entre 1996 y 2000) , también lo es entre los regidores de las grandes ciudades españolas.

La envergadura de la aventura que emprende es mayor si cabe por la aparición de un nuevo actor político, Vox, que se suma a Ciudadanos en la pugna por el electorado de centro-derecha, del que históricamente se ha nutrido. A ello se suma que la contienda tiene lugar en un momento en que la marca PP está más devaluada que nunca. Los resultados de las elecciones generales del 28 de abril confirmaron esta realidad, al punto de que relegaron a los popular a la tercera fuerza política en la capital, tras el PSOE y Cs.

Sin ser extrapolables, marcan una tendencia que se prolonga en el tiempo y en las últimas citas electorales. Ya en las municipales de 2015, De la Torre fue capaz de mantenerse como el más votado, pero dejándose en el camino casi 40.000 apoyos. El 36,6% de las papeletas cosechadas le permitió obtener 13 concejales, lejos de los 19 de 2011.

A la espera de nuevos sondeos, los datos con los que cuenta el regidor apuntan la posibilidad de conservar al menos esa representación, lo que, de facto, sería un éxito en toda regla. Ahora le toca batallar por recuperar votantes que, en los últimos meses y años, han visto en Cs y Vox una alternativa cierta. Y para ello, la estrategia de su equipo de campaña pasa por potenciar su figura como gestor frente a los otros candidatos, "carentes de experiencia".

Si el objetivo de De la Torre es mayúsculo, no lo es menos el del resto de alcaldables, que tienen ante sí el reto de desbancar al veterano alcalde. El PSOE, con Daniel Pérez como cabeza de cartel, busca voltear la derrota continua de la formación desde 1995 en la capital. Es el tercer aspirante a derrumbar el muro de De la Torre, sumándose a Marisa Bustinduy, que lo intentó en 2003 y 2007, y a María Gámez, que lo hizo en 2011 y 2015.

El actual portavoz socialista en la Casona del Parque, elevado a la figura de candidato ante la ausencia de alternativas en el proceso de primarias, pretende aprovechar la ola positiva generada por la victoria de Pedro Sánchez en las generales, en las que el PSOE fue el más votado.

Como le ocurre con De la Torre con el bloque de derechas, a Pérez le puede pasar factura la división del voto progresista, que pelea con Adelante Málaga, la coalición de Izquierda Unida y Podemos, y Málaga Ahora, que mantiene sus siglas pero desvinculada de Podemos... En 2015, el bloque de izquierdas sumó 15 concejales (la mayoría absoluta está en 16). Queda por ver si la unión de IU y Podemos y el mantenimiento de Málaga Ahora les permite sumar o, por el contrario, les resta apoyos.

En este escenario de fragmentación, se antoja clave, como lo fue hace cuatro años, el papel de Ciudadanos, que cuenta de nuevo con Juan Cassá como referente. Los datos manejados por la formación le auguran un crecimiento considerable, llegando a duplicar de tres a seis sus concejales en la Casona del Parque. Y a ello se suma la previsión de que el fenómeno Vox, evidente en las generales y las autonómicas últimas, en las que obtuvo 41.326 (13,33%) y 27.728 (11,52 %), respectivamente. En las municipales de 2015, apenas consiguió 794 papeletas, un 0,35%.

A la espera de ver qué ocurre el 26 de mayo, no parece descartable una repetición del pacto ya existente en la Junta de Andalucía, donde el PP y Ciudadanos están al frente del Ejecutivo en situación de minoría, pero con apoyos determinados de Vox.

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