Curiosidades

El collar de Carlos III, la joya real que comparten la princesa Leonor y una Virgen sevillana

Collar de la Orden de Carlos III

Collar de la Orden de Carlos III / EFE

El collar de la orden de Carlos III ha sido uno de los protagonistas de este martes 31 de octubre, en el que la princesa Leonor, al cumplir la mayoría de edad, ha jurado la Constitución española. Durante la celebración, ya en el Palacio Real, se le ha impuesto a la heredera al Trono esta simbólica joya que supone el mayor reconocimiento civil que existe en el país. 

La referida orden que da nombre al collar fue creada por Carlos III (el Rey ilustrado) en 1771 en agradecimiento por el nacimiento de su primer nieto, lo que garantizaba la continuidad de la dinastía borbónica en España. Aunque esta organización fue creada como orden de caballería, desde el año 1847 tiene carácter civil. 

La orden posee cuatro distinciones: collar, gran cruz, encomienda de número y cruz. El collar supone el máximo nivel. Es exclusiva de la familia real, los jefes de Estado y de Gobierno y los ciudadanos que ya cuenten con la gran cruz. También puede concedérsele a personas de nacionalidad extranjera que hayan prestado un especial servicio a España. 

El Viernes Santo sevillano

Al Rey le corresponde ejercer de Gran Maestre de la orden. Felipe VI recibió el collar en 1986, cuando cumplió la mayoría de edad. El cargo de Gran Canciller queda reservado para el presidente del Gobierno, en este caso Pedro Sánchez. Entre sus cometidos se encuentra el de proponer al Consejo de Ministros los reales decretos de concesión de los grados de collar y gran cruz. Todos los títulos contemplados por la orden deberán llevar su firma.

Pues bien, una joya de tal importancia tiene también presencia en la Semana Santa de Sevilla. Se puede contemplar cada noche de Viernes Santo en uno de los mantos más importantes de la celebración religiosa, el que posee la Virgen de Montserrat, una de las dolorosas más bellas y de mayor valía artística de la capital andaluza. Una hermandad que toma el nombre de la patrona catalana, ya que la fundaron comerciantes textiles que llegaron a la capital andaluza desde aquellas tierras. 

Manto de la Virgen de Montserrat, cuyo perímetro reproduce el collar de la orden de Carlos III. Manto de la Virgen de Montserrat, cuyo perímetro reproduce el collar de la orden de Carlos III.

Manto de la Virgen de Montserrat, cuyo perímetro reproduce el collar de la orden de Carlos III. / D. S.

Dicha pieza fue estrenada en la Semana Santa de 1866, cuando esta fiesta vivía un resurgir tras varias décadas de letargo. Salió del taller de una de las más insignes bordadoras de la centuria decimonónica, Patrocinio López. Su esquema compositivo se basa en el de un manto de corte regio, de ahí que reproduzca el collar de la orden de Carlos III en su perímetro, a modo de greca. Con ello, se manifiesta la relación de la cofradía con la Casa Real Española.

Además del collar, en el manto (bordado sobre terciopelo azul) aparecen símbolos relacionados con la monarquía española, como los castillos y leones, y la flor de lis, ligada a la dinastía de los Borbones y a los duques de Montpensier (la corte chica de San Telmo), hermanos de la corporación. De igual modo, incluye cruces de la Orden de Calatrava

Otra perspectiva reciente del manto de la Virgen de Montserrat, donde se aprecia el collar de la orden de Carlos III. Otra perspectiva reciente del manto de la Virgen de Montserrat, donde se aprecia el collar de la orden de Carlos III.

Otra perspectiva reciente del manto de la Virgen de Montserrat, donde se aprecia el collar de la orden de Carlos III. / Info Cofrade

Castillos y leones

El referido collar lo componen algunos de los símbolos descritos, como castillos, leones y el tres en números romanos en alusión al monarca que fundó la orden. En el centro figura una imagen de la Inmaculada Concepción, ya que el rey puso bajo su amparo esta institución. En el manto aparece bordada en sedas de colores. 

La Virgen de Montserrat, en su mayestático paso de palio, la tarde del Viernes Santo. La Virgen de Montserrat, en su mayestático paso de palio, la tarde del Viernes Santo.

La Virgen de Montserrat, en su mayestático paso de palio, la tarde del Viernes Santo. / D. S.

Esta pieza, costeada por la hermandad (aunque en su día se difundió la leyenda de que la pagaron los duques de Montpensier), se pasó a nuevo terciopelo en 1900, a raíz de un incendio sufrido en el paso de palio. La siguiente intervención se produjo en 1969, en el taller de sobrinos de José Caro. Por último, en 1994 se le colocó nuevo soporte en el obrador de Piedad Muñoz, de Albaida del Aljarafe. Recientemente se le ha añadido un encaje de oro realizado con la técnica de bolillos por el artesano sevillano Alfonso Aguilar

Un manto único que merece ser contemplado en una de las jornadas más bellas de la Semana Santa y con una de las cofradías de mayor sabor romántico de cuantas realizan estación de penitencia por las calles sevillanas en esta fiesta religiosa. 

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