La infanta Cristina regresó en la mañana de ayer a Ginebra en un vuelo regular tras pasar la noche en Madrid, donde tuvo ocasión de trasladar a los Reyes sus impresiones sobre la comparecencia judicial en Palma celebrada el pasado sábado.

La Casa del Rey no confirmó que doña Cristina pernoctase en el Palacio de la Zarzuela y tampoco su viaje a Ginebra, porque esta institución no informa sobre desplazamientos privados de los miembros de la Familia Real.

La hija menor de don Juan Carlos y doña Sofía viajó el sábado por la tarde a Madrid desde Palma tras comparecer durante más de seis horas ante el juez instructor del Caso Nóos, José Castro, y ayer por lamañana antes de mediodía tomó un avión con destino a Ginebra, su actual ciudad de residencia, donde trabaja para la Fundación La Caixa.

La Infanta se había desplazado desde la ciudad suiza hasta Barcelona días antes de la comparecencia judicial para preparar con sus abogados su declaración ante el juez y viajó desde la capital catalana hasta Palma el sábado a primera hora de la mañana.

En su comparecencia, doña Cristina respondió durante casi cinco horas a las preguntas del juez Castro y durante media hora a las del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, tras lo que contestó asimismo a la abogacía del Estado, aunque no a las acusaciones populares.

Sobre la participación del fiscal, el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, consideró ayer que el fiscal Pedro Horrach puede haber recibido órdenes de sus superiores relacionadas con la instrucción del caso Nóos.

En una entrevista al canal 3/24 recogida por Europa Press, este alto cargo argumentó que "no se puede dejar de lado que el fiscal puede recibir órdenes de su superior jerárquico", algo que no ocurre con el juez, que sólo se rige por su conciencia, añadió.

De Alfonso criticó el escrito de Horrach en contra de la primera imputación de la Infanta, que consideró un error y un "derecho a pataleta". "Lo que nunca haría un juez, lo ha hecho el fiscal", consideró De Alfonso, que opinó que ambos deberían perseguir el mismo fin.

Sin embargo, De Alfonso matizó que no tiene "pruebas ni sospechas" de que Horrach haya recibido instrucciones, y añadió que en cualquier caso, estarían dentro de la legalidad.

Para el director de Antifraude, la Infanta podría ser responsable a título lucrativo en el caso Nóos, aunque consideró que la hija del Rey no habría tomado decisiones directas en la gestión de las empresas de Iñaki Urdangarín.

De Alfonso se manifestó a favor de tipificar como delito el incremento no justificado de patrimonio para "enjuiciar más rápido y dar respuestas a los ciudadanos". Además, reclamó regular las aportaciones económicas de los lobbies a los partidos políticos para frenar la financiación ilícita.