Feria taurina

Roca Rey abre la Puerta Grande y Fortes hace el toreo en La Malagueta

El diestro Roca Rey da una vuelta al ruedo en la plaza de toros de la Malagueta.

El diestro Roca Rey da una vuelta al ruedo en la plaza de toros de la Malagueta. / Jorge Zapata / Efe

Roca Rey volvía a abrir la puerta grande de la Feria Taurina de Málaga tras cortar tres orejas en total, mientras que Saúl Jiménez Fortes estuvo a punto de acompañarle si no llega a ser por un pinchazo, previo a la estocada, en el quinto toro de la tarde. De no ser así, se le hubieran pedido las dos con mucha fuerza. José María Manzanares cortó dos orejas también, una a cada uno de sus toros.

Cortó dos orejas Andrés Roca Rey en el sexto de la tarde, un toro bravo, que después se vino un poco a menos, pero con el que el peruano se pegó un auténtico arrimón, literalmente metido entre los pitones. Previamente lo había toreado sobre ambos pitones sin mayor transcendencia entre el público pero fue acortar distancias y cambiar la historia. Una buena estocada fue la previa a que un amable presidente le concediera las dos orejas.

En su primero, tercero de la tarde, basó su faena sobre la mano derecha, tenía que llevarlo enganchado en la muleta si no el de Daniel Ruiz desparramaba la vista y soltaba la cara. Por el izquierdo era aún peor. El toro tenía un puntito de mansedumbre y se puso áspero. Una muy buena estocada le permitió cortar oreja.

El malagueño Saúl Jiménez Fortes da un pase con la muleta. El malagueño Saúl Jiménez Fortes da un pase con la muleta.

El malagueño Saúl Jiménez Fortes da un pase con la muleta. / Jorge Zapata / Efe

Salió el segundo toro de la tarde y Fortes lo recibió por verónicas, lo llevó por chicuelinas al paso con mucho sabor el toro al caballo rematando con una media. Brindó la faena a Juan Ramón Romero y comenzó la faena de muleta en tablas por bajo, sacándoselo al tercio. Fortes estuvo haciendo al toro poco a poco, alargándole la embestida para cuando cogió la izquierda llegaron unos naturales templados, con empaque, arrastrando la muleta y con los riñones encajados.

Si buena fue la faena a su primer toro, la segunda fue excelsa, llena de temple, de naturalidad, con empaque y torería. Cada natural que le imprimía Saúl Jiménez Fortes al de Daniel Ruiz era de foto, de recuerdo, de los que no se borran de la memoria. Pisó terrenos donde queman las zapatillas, pero Saúl no se movía ni un ápice, tranquilo, sin hacer el más mínimo gesto. Gustó a público y aficionados pero un pinchazo deshizo la posibilidad de las dos orejas.

José María Manzanares con el primero de su lote. José María Manzanares con el primero de su lote.

José María Manzanares con el primero de su lote. / Jorge Zapata / Efe

El diestro José María Manzanares volvía al coso de La Malagueta después de cuatro años de ausencia y comenzó su tarde cortando una amable oreja pedida por parte del público, que no mayoría, que llenaba la plaza hasta los topes. Salió un feo toro de Daniel Ruiz que se tapaba por la cara, pero por detrás estaba escurrido. La suerte de picar no se hizo en condiciones. Lo más reseñable fue el quite Fortes por tres verónicas, excelsa la segunda, y una media.

La faena de muleta no pasó a mayores. Estuvo toreando sobre ambos pitones de uno a otro sin mayor relevancia, una tanda con la derecha fue la más rotunda. Las tandas no podían ser largas ya que el de Daniel Ruiz perdía las manos siempre en el tercero.

Después de varios días, hoy nos seguíamos preguntando quién hace los lotes porque a Manzanares le tocó en suerte dos toros muy escurridos, impropios de una plaza de primera categoría. El primero se tapaba por la cara pero este cuarto ni eso. Otra cosa fue el juego que dio, toro con mucha clase e ideal para el toreo de José María Manzanares que lo toreó a placer sobre todo con la mano derecha, bajándole mucho la mano. Un cambio de mano y el natural llevándolo de atrás crujieron La Malagueta. Faena con sello Manzanares que remató con una estocada e hizo que el público pidiera hasta una segunda oreja.

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