La Feria volvió y con ella las ganas de volver a celebrar como la hacíamos antes de que llegara la pandemia. Con ella, aunque sin ningún tipo de medida de seguridad, parecía que la vida había hecho una simple pausa en estos dos años. Una cosa clara se saca después de esta Feria: el Real ha conseguido ser el favorito entre los malagueños y los turistas.

El primer fin de semana de las fiestas de Málaga se inició con los fuegos y la novedad del show de los drones, en los que la Malagueta y San Andrés no cabía ni un granito más de arena. Un espectáculo que fue digno de una Feria tan deseada.

Drones y fuegos artificiales para abrir la Feria de Málaga 2022 (fotos)

Tanto el Centro Histórico como el Real se llenaron por completo. La Feria acababa de empezar y las ganas estaban en el ambiente. En aquellos primeros días y acompañados de terral, las dos zonas habilitadas para las fiestas recibieron, a su manera, sus mejores invitados: mientras que en el Centro prevalecía el público joven, la zona del Real quedaba para un ambiente mucho más familiar.

El comienzo de la semana fue marcando diferencias entre las dos zonas: el Real acumulaba la mayor parte de los visitantes. Entre casetas, peñas y eventos, lograba captar más la atención que el centro de la ciudad, el cual quedó para un botellón en el que prevalecían despedidas de solteros y turismo internacional.

Transeúntes esperando a entrar en las casetas.

La semana ha sido el boom definitivo del Cortijo de Torres: mientras que las familias seguían prefiriendo el ambiente más íntimo y sin tanto turismo de borrachera, los jóvenes que de 25 años en adelante expresaban que el Real les gustaba por dos motivos principalmente: había muchas más actividades que en el centro y la oferta era mayor.

“El Real tiene muchas más actividades, fui al centro un día por no poder decir que no había ido, pero este año el Cortijo ha estado mejor”, comentaba Antonio Ríos, malagueño de 27 años.

Marta López, residente en Alhaurín de la Torre, ha expresado que “en el real puedes ir de caseta en caseta sin necesidad de pagar, no simplemente estar apelotonado en las mismas tres plazas de siempre”.

Aspecto de la calle Larios este viernes en la séptima jornada de Feria.

Lucía Lara ha preferido ir al Real con su marido y sus dos hijos en el transcurso de toda la Feria: “Aquí también hay música y la comida que te ponen es casera. Además, por lo menos a mí, como madre, no me gusta el ambiente que hay en el centro, sobre todo por la tarde”.

La mayoría de los jóvenes que han ido al centro lo han hecho entre las 16:00 y las 18:00 y han aprovechado para quedarse por la zona incluso hasta las 21:00, imposibilitando el trabajo de limpieza del Centro, sobre todo, de los fines de semana en los que han coincidido las fiestas.

Las peñas también han experimentado un aumento de visitantes: “El público está participando mucho, estamos muy contentos”, ha comentado Manuel Curtido, presidente de la Federación Malagueña de Peñas. 

Peña El Parral.

Las mañanas en ambos lados han sido tranquilas: en el Real, las casetas de fiesta se aprovisionan para la tarde, noche y madrugada, mientras que al Centro comenzaban a llegar jóvenes para tomar pasadas las 13:00 horas para comer en las horas previas al botellón del Centro.

El Real ha sobrepasado los números en la feria de noche: la explanada de la juventud se ha llenado al máximo incluso los días en los que el escenario ha estado inhabilitado por la caída del mismo. 

Las luces y sombras de las noches de Feria en el Real.

Las casetas han recibido un buen número de personas y han estado a rebosar, excepto el lunes y martes, días en los que, aunque estaban prácticamente llenas, el ambiente fue mucho más tranquilo que en el resto de días de las fiestas.

Ya sea en el Cortijo de Torres o en el Centro histórico, Málaga ha vuelto a recuperar su tan ansiada Feria después de dos años, y las ganas de los malagueños y de los turistas que se han pasado por la capital han demostrado lo grandes que son estas fiestas en la capital.