La guía definitiva para sobrevivir a la Feria de Málaga (y salir vivo para contarlo)
Del transporte a las casetas: guía exprés para disfrutar como un malagueño
Consejos clave para vivir la Feria sin perder tiempo… ni dinero
La gastronomía de la Feria de Málaga: ¿Cuáles son los platos más típicos que debes pedir sí o sí?
La Feria de Málaga es posiblemente una de las fechas más esperadas del calendario de casi cualquier malagueño, ocho días donde se aúna tradición, música, gastronomía y un ambiente festivo que se prolonga de sábado a sábado. Aunque para los malagueños sus códigos y costumbres resultan familiares, quienes llegan desde fuera se encuentran con un universo que no todos entienden y que requiere conocer ciertos aspectos para vivirlo plenamente.
Transporte y accesos durante la Feria
Moverse por la ciudad durante la Feria implica tener claras las opciones de transporte. La línea especial F de autobús conecta el centro con el Real por 2 euros y funciona durante todo la gran semana. Las líneas urbanas 4 y 19 son alternativas más económicas y dejan a pocos metros del recinto.
Para quienes se alojan en localidades como Torremolinos, Benalmádena o Fuengirola, el tren de cercanías resulta práctico gracias a la parada de Victoria Kent, a poca distancia del Real. El metro es otra opción, aunque requiere caminar alrededor de 15 minutos hasta el recinto ferial.
Dos espacios, dos formas de vivir la Feria
La celebración se divide en dos escenarios con personalidades distintas. La Feria del Centro se desarrolla en las calles del casco histórico y solo durante el día. En cambio, el Real, situado en el RecintoFerial, ofrece actividad desde la mañana hasta bien entrada la madrugada.
En los últimos años, la oferta diurna del Real ha ganado peso, atrayendo a un público variado que incluye familias, jóvenes y veteranos. Ambos espacios conservan la esencia de la Feria, aunque el Real concentra gran parte del ambiente y la diversidad de propuestas. La gran mejoría en servicios, decoración y puesta en escena de las casetas, punto a favor.
Casetas abiertas y diversidad de ambientes
En la Feria de Málaga no existen casetas con acceso restringido: la entrada es libre en todas ellas. Durante los días de mayor afluencia, algunas de las más populares, sobre todo las que cuentan con aire acondicionado, registran largas colas.
La variedad es amplia, con música y estilos para todos los gustos. Destacan las casetas gestionadas por asociaciones y peñas vecinales, que suelen ofrecer precios más ajustados en comida y bebida. Por las calles del Real es habitual encontrarse con relaciones públicas que reparten consumiciones gratuitas o descuentos en copas durante la jornada diurna.
Gastronomía y sabores de la Feria
La oferta gastronómica en el Real incluye desde degustaciones gratuitas al mediodía —paella, callos, berzas y otros platos típicos— hasta especialidades como el campero, el queso, el jamón, los pimientos fritos y el pescado.
Al caer la noche, el recinto se llena de puestos de comida rápida y dulces: hamburgueserías, camperos, papas asadas, gofres o buñuelos que ponen el broche a una jornada intensa.
Sí, habrá botellón, y lleva abanico
El botellón cuenta con un área específica en los aparcamientos del Palacio de Ferias, especialmente concurrida por la noche y muy frecuentada por público joven.
Un elemento práctico y casi indispensable es el abanico, útil para mitigar los más de 30 grados habituales en agosto, sobre todo tras horas de baile. Llevar efectivo también resulta conveniente, ya que algunos feriantes no aceptan tarjeta ni pagos móviles.
La despedida: cómo volver del Real
Cuando la música y las luces se apagan, la vuelta a casa puede resultar complicada. Los taxis y VTCs escasean a esas horas y las colas para acceder a los autobuses desde el Real son habituales, si bien la frecuencia de paso es óptima. Armarse de paciencia es parte del final de la experiencia.
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