Así se vive la Feria de Málaga en Juan Breva: la peña por la que pasaron Camarón, Arcángel o Fosforito

La Feria de Málaga es el mayor escaparate para la cultura y tradición de la ciudad. Durante esta festividad, las calles del centro y el Real Cortijo de Torres se llenan de grupos con ganas de celebrar, reír y bailar. Es en ese ambiente donde entra en juego la estrella del folclore autóctono: el flamenco, que pone la banda sonora durante estos días.

"El flamenco es un arte. Cuando uno ve y escucha sus tres pilares -baile, toque y cante-, te gusta y realmente te enamoras de un arte que seguro que no te va a dejar de gustar nunca", exclama Juan Vasco Martín, tesorero y miembro de la Junta Directiva de la Peña Juan Breva. "Conozco muy poca gente que ha venido a la peña y no haya vuelto porque no me gusta el flamenco o porque no le apetece escuchar flamenco. Es un arte que te entra y realmente se queda dentro de ti", añade Vasco.

La historia de la Peña Juan Breva se remonta al año 1958, hace casi siete décadas, cuando se constituyó estatutariamente. Tiene su origen en tres grupos flamencos, que se fusionaron y fundaron lo que hoy en día es la peña. Un espacioque no ha cambiado con el paso de los años, pero que sí lo han hecho sus miembros. "El ambiente tampoco ha cambiado con el paso del tiempo, lo que sí que van cambiando son las formas y las costumbres. Antes se bebían y comían unas cosas y ahora otras. Pero el ambiente sigue siendo fundamentalmente el mismo, lo importante de esta peña es el ambiente flamenco", añade.

Por sus tablas han pasado algunos de los artistas más grandes del género. Camarón, Fosforito -que viene muy habitualmente-, Los Pavón, Antonio Mairena, Miguel Povea o Arcángel, entre muchos otros.

La peña cuenta también con un museo flamenco, "quizás el valor más importante que tiene" según Juan Vasco, "lo que la define como una peña cultural". La agrupación cuenta además con un prestigioso honor: es la peña flamenca más antigua de España según los estatutos. A ello se le suma otro galardón reciente: la Asociación Cultural La Espiga ha concedido a la peña la Espiga de Oro de este año, un premio que refuerza aún más su papel como referente cultural.

Sin embargo, su actividad no se limita a la Feria. "Nos reunimos semanalmente durante todo el año. Los martes, que hacemos la sesión de estudio, donde hay conferencias, debates, y cosas relacionadas con el flamenco. Y los viernes tenemos lo que llamamos la reunión básica, donde vienen todos los socios que quieren y se hace un resumen de lo que se va haciendo semanalmente en la peña. En todas las reuniones que se celebran para tomar decisiones se hace democráticamente y a través de votaciones", comenta Vasco.

El primer sábado de cada mes se reúnen en lo que llaman 'la berza flamenca', donde hay una actuación y se sirve una comida para todos los socios, aunque también admiten a personas que no formen parte de la peña hasta completar el aforo. "Además, celebramos una moraga flamenca cada ocho de junio, para memorar la defunción de Antonio Ortega Escalona; Juan Breva. Lo hacemos en un chiringuito o cerca de la playa para preparar sardinas", detalla Vasco.

"También vienen constantemente escuelas que imparten cursos de guitarra y toque. Tenemos una cantidad importante de socios que son artistas y colaboran con nosotros, dando enseñando. Ese es uno de los principios de esta peña, aprender y enseñar el flamenco", añade.

Durante la semana de Feria, la peña ofrece dos espectáculos diarios totalmente gratuitos. El primero con un cantaor acompañado de guitarra y, el segundo, con un cuadro flamenco completo. “Queremos colaborar con la ciudad en ese aspecto”, subraya Vasco.

"Nuestras puertas están abiertas para todas aquellas personas con sensibilidad al arte que quieran venir a aprender de algo tan bonito como lo es el flamenco. Un arte material e inmaterial", concluye.