Feria de Málaga

Dos jóvenes homosexuales denuncian una agresión del portero de una caseta de la Feria

  • Los socios del local aseguran haber despedido al trabajador por haber propinado a uno de los clientes "un empujón" en un rifirrafe que mantuvieron tras negarles la entrada "por la vestimenta" 

  • Los jóvenes hablan de ataque homófobo, que los responsables del establecimiento niegan

Alumbrado de El Real de la Feria de Málaga

Alumbrado de El Real de la Feria de Málaga / Jesús Mérida

Los responsables de una caseta de El Real de Cortijo de Torres han despedido a uno de los porteros que habían fichado para esta Feria de Málaga después de haber protagonizado un altercado con dos jóvenes homosexuales de 24 y 25 años, respectivamente, y acabar agrediendo, supuestamente, a uno de ellos. Según el testimonio de Fran Acevedo, uno de los afectados, el trabajador llegó a propinarle un "manotazo" a su pareja en el transcurso de un rifirrafe que estaban manteniendo tras haberles negado la entrada al local. 

Los hechos ocurrieron durante la pasada madrugada, en torno a las 3:00. Acevedo relata que iba cogido de la mano de su pareja cuando intentaron acceder a la caseta acompañados de unos amigos. El portero respondió "que no podían entrar" porque no respondían "al perfil del público que busca esta caseta". A renglón seguido, les recriminó su vestimenta. "Yo llevaba un polo, pantalones largos y zapatillas con calcetines, y mi pareja una camisa. Así que él se giró y le dijo: Ya, por la vestimenta, seguro...", relata.

En ese momento, el empleado le preguntó "si tenía algún problema", a lo que el joven contestó que sí. Ambos se insultaron y el portero acabó "dándole un guantazo en la cara". "Los separé como pude y mis amigos también. Ellos pidieron la hoja de reclamaciones", narra Acevedo, convencido de que sufrieron un ataque homófobo porque llevaban la ropa adecuada y no era esa, a su juicio, la razón de que les impidieran el acceso a la caseta.

La versión de la caseta: "Intentaron entrar por otra puerta"

La versión que mantienen los socios del establecimiento es opuesta. En este sentido, se limitan a recalcar que el portero ha sido despedido por agredir a un joven pero niegan que se les impidiera la entrada por ser homosexuales. A este respecto, argumentan que tienen contratados a tres homosexuales y que no es esa "la política de la caseta", en la que, agregan, en 15 años nunca han tenido conflictos. Asimismo, defienden que los responsables se basan únicamente en el "reglamento" que el Ayuntamiento les "proporciona" en cuanto a la vestimenta con la que se permite acceder al interior.

Tras informarles de que no podían hacerlo, la pareja, según su versión, "intentaron entrar por otra puerta". Fue entonces cuando el portero intercambió con uno de ellos "unas palabras" y le dio a éste "un empujón". En palabras del socio consultado por este periódico, el jefe de seguridad salió a la puerta en la que se estaba produciendo la trifulca y, una vez que supo lo que había pasado, se disculpó por la agresión del trabajador, invitó a entrar al grupo de amigos e incluso a tomar una bebida.

Acevedo niega que nadie se disculpara con ellos y subraya que después de que su pareja fuera agredida no hubieran aceptado la invitación a la caseta, por lo que está convencido de que los responsables se refieren a otro grupo de clientes. Según el testimonio de los jóvenes, ellos se dirigieron a contar lo sucedido a unos policías nacionales que patrullaban la zona de El Real y después trataron de acudir a la zona de Urgencias del centro de salud de El Palo para presentar un parte de lesiones pero eran las 5 de la mañana y ya estaba cerrada. De ahí que no hayan interpuesto ninguna denuncia ante la Policía.

Mientras tanto, una de sus amigas presentó una hoja de reclamación en la caseta en la que había ocurrido el violento episodio. En el escrito denuncia que, aunque el portero argumentó que no podían entrar por la vestimenta, "en realidad lo hicieron al ver a dos chicos de la mano". Según su testimonio, el trabajador "se abalanzó con la mano en alta, muy violento, sin provocación, llegando al contacto físico con uno de los chicos", al que le dio "una bofetada en la cara". 

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