Festival de Málaga

Festival de Málaga: sin alfombra roja, queda el cine

  • El certamen inaugura este jueves su 24 edición, todavía bajo la sombra de la pandemia y sin su ambiente festivo marca de la casa y con un ojo puesto en el 25 aniversario de 2022

Carteles del Festival de Málaga en la Plaza de la Merced.

Carteles del Festival de Málaga en la Plaza de la Merced. / Marilú Báez (Málaga)

Si la decisión de celebrar el año pasado la edición correspondiente del Festival de Málaga en agosto entrañó un órdago pionero, que demostró la posibilidad de desarrollar actividades culturales seguras tras los estragos de la pandemia y que abrió el camino a que otros certámenes similares adoptaran las medidas adoptadas para sus respectivas ediciones, la puesta de largo de la 24 edición en este 2021 parecía inclinarse a una mayor normalidad hasta cierto punto consecuente. Sin embargo, no ha sido así: para empezar, la celebración en junio constituye ya un rasgo atípico y tardío para un festival primaveral, que de hecho en sus últimas convocatorias había hecho plaza fuerte en marzo para distinguirse de otras citas cinéfilas en España. Y aunque la evolución de la pandemia parece a estas alturas considerablemente más satisfactoria que el año pasado en virtud de la campaña de vacunación, la decisión de abrir el grifo a la hora de devolver al ciclo malagueño su carácter festivo se barruntaba peliaguda. Finalmente, muy a pesar de los logros de Pfizer y compañía, el Festival de Málaga tiró de sentido pragmático para volver a optar por una edición "que diera prioridad al cine en detrimento de su carácter social", en palabras de su director, Juan Antonio Vigar; esto es, sin alfombra roja, sin corrillos a la espera de famosos, con rígidos protocolos sanitarios en todas las proyecciones y encuentros y con una dosis de glamour considerablemente menor. La consecuencia directa es que este miércoles, al contrario de lo que venía siendo norma hasta 2019, pocos signos aventuraban a pie de calle que el Festival de Málaga se disponía a inaugurar el jueves 3 una edición que se prolongará hasta el día 13, con un día añadido al plan habitual para aligerar la programación de cada jornada y así garantizar una mayor adecuación sanitaria de los espacios implicados. Quizá la novedad más destacada se encontraba en la calle Larios, en el montaje de la exposición de retratos cinematográficos de Ana Belén Fernández; por lo demás, sólo algunos carteles anunciadores en Alcazabilla y la Plaza de la Merced recordaban que el Festival de Málaga ya está aquí. Todo sucederá, al más puro estilo contrarreformista, de puertas adentro. 

La organización celebrará en marzo de 2022 el 25 aniversario del Festival de Málaga como una definitiva vuelta a la normalidad

Montaje de la exposición de Ana Belén Fernández, este miércoles, en la calle Larios. Montaje de la exposición de Ana Belén Fernández, este miércoles, en la calle Larios.

Montaje de la exposición de Ana Belén Fernández, este miércoles, en la calle Larios. / Marilú Báez (Málaga)

Lo que sí habrá, a falta de alfombra roja, es cine. Mucho cine, dado el elevado nivel de participación muy a pesar de los obstáculos que han tenido que afrontar rodajes y producciones en el último año. La Sección Oficial, primera carta de presentación del certamen incluye 23 largometrajes, quince españoles (cuatro de ellos fuera de concurso) y ocho latinoamericanos. El cover, debut tras la cámara de Secun de la Rosa (quien no podrá acudir a Málaga por motivos de salud), inaugurará el certamen este jueves de ópera prima en anticipación a otras siete: Chavalas, de Carol Rodríguez Colás; Hombre muerto no sabe vivir, del cineasta malagueño Ezekiel Montes; Ama, de Julia de Paz; Con quién viajas, de Hugo Martín Cuervo; La casa del caracol, de la también malagueña Macarena Astorga (por primera vez, dos realizadores malagueños optan a la Biznaga de Oro); Destello bravío, de Ainhoa Rodríguez; y Las consecuencias, de Claudia Pinto. Completan la participación española en competición los nuevos trabajos de veteranos realizadores españoles: El vientre del mar, de Agustí Villaronga; El sustituto, de Óscar Aibar, y Live is Life, de Dani de la Torre. Respecto a la participación de películas latinoamericanas, el Festival de Málaga ha seleccionado Las mejores familias, de Javier Fuentes León (Perú / Colombia); Amalgama, de Carlos Cuarón (México); 15 horas, de la española Judith Colell (República Dominicana / España); Cómo mueren las reinas, de Lucas Turturro (Argentina); Karnawal, de Juan Pablo Félix (Argentina / Bolivia / Brasil / Chile / Francia / México / Noruega); Mulher océano, de Djin Sganzerla (Brasil); Años luz, de Joaquín Mauad (Uruguay), y La ciudad de las fieras, de Henry Rincón (Colombia, Ecuador). La Sección Oficial quedará completada con otras cuatro cintas fueras de concurso, todas ellas comedias de producción española: Historias lamentables, de Javier Fesser; Operación Camarón, de Carlos Therón; Sevillanas de Brooklyn, de Vicente Villanueva, y García y García, de Ana Murugarren, que con José Mota y Pepe Viyuela como protagonistas ejercerá de película de clausura. 

Limpieza en los accesos del Teatro Cervantes, sin alfombra roja. Limpieza en los accesos del Teatro Cervantes, sin alfombra roja.

Limpieza en los accesos del Teatro Cervantes, sin alfombra roja. / Marilú Báez (Málaga)

La gala de inauguración estará presentada este jueves en el Teatro Cervantes por las actrices Silvia Abril y Toni Acosta, mientras que en la de clausura tomará las riendas el popular Santiago Segura. Los homenajes a cineastas como Mariano Barroso, Oliver Laxe, Alejandro Amenábar, el citado Javier Fesser o la actriz Petra Martínez, la designación de Esa pareja feliz (1951) de Berlanga y Bardem como Película de Oro y las secciones habituales de documentales y cortometrajes, además de la consolidación de otros escaparates como Cinema Cocina y otros ingredientes, completan lo que cabe esperar de esta 24 edición del Festival de Málaga, que tiene ya un ojo puesto en la 25, cuya celebración ya está señalada para la segunda mitad de marzo de 2022: Juan Antonio Vigar destacó ya que la del año que viene será una cita de "doble celebración" por la definitiva vuelta a la normalidad y el susodicho aniversario, hasta el punto de que la organización ha estado trabajando durante los dos últimos meses en las dos ediciones en paralelo. Habrá entonces alfombra roja el año próximo para desquitarse. Mientras tanto, queda el cine. 

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