Sebastian Vettel consiguió entrar en los libros de récords a la velocidad de un bólido de Fórmula 1. Logró en Abu Dhabi ser el campeón más joven de la historia con sólo 23 años. Así, su compatriota Michael Schumacher es ya pasado. Hace tiempo que Vettel quitó de la pared de su habitación el póster del siete veces campeón mundial. Ayer salió de la sombra del Kaiser y continúa su propia historia de éxito. "Es tan inteligente como Michael y tiene un supertalento. Y, sobre todo, es un chico condenadamente simpático", dijo el jefe de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, fan declarado del alemán. Joven, rápido y simpático. El magnate no puede imaginar un campeón mejor que Vettel para su gran espectáculo.

Ya desde el inicio, Vettel demostró que era un campeón precoz. Fue el mas joven en lograr una pole position, el más joven en liderar una carrera, el más joven en ganarla y desde ayer, el más joven en ser campeón. Ante el alemán, cualquier marca tiembla.

¿Podrá dominar en los próximos años como lo hizo Schumacher al inicio de la década? "Estoy convencido de que Sebastian ha seguido de niño y de joven cada paso de mi carrera y se ha aprovechado de ello", dice de él Schumacher, que agrega: "La fortaleza de Sebastian es que mueve los hilos en el momento correcto y es capaz de dar siempre el máximo".

Vettel, gran fan de los Beatles y que aún no tiene mánager, ha crecido mucho en su tercera temporada completa en la Fórmula 1. Los imprevistos -en forma de averías en su Red Bull o por errores- que sufrió en su pelea por el título lo han hecho más maduro, aunque fuera de la pista sigue siendo el más astuto y pillo. "He aprendido las lecciones", dice Vettel, seguidor también del humor británico de los Monty Python.

"Sebastian no comete un error dos veces", lo alaba el jefe de su equipo, Christian Horner. Desde hace tiempo la calle ya no lo llama más Baby Schumi, sino Super Seb. Más de 100.000 hinchas se congregaron en Heppenheim, su ciudad, cuando en julio hizo un show con su coche.

El virus del deporte se lo inoculó su padre, Norbert. A los cuatro años, en la casa de sus abuelos, Vettel dio la primera vuelta en un kart y pronto pasó a competir. Sus éxitos en la Fórmula BMW y en la Fórmula 3 le valieron las primeras pruebas en Fórmula 1 con BMW-Sauber. En su primera presencia en un entrenamiento de los viernes, en Turquía 2006, fue el más rápido.

Debutó en la categoría reina en Indianápolis el 17 de junio de 2007 como sustituto de Kubica en BMW, y al año siguiente consiguió un puesto fijo en la escudería hermana de Red Bull, Toro Rosso, con la que logró un triunfo.

Su historia acaba de empezar, pero el capítulo más hermoso hasta el momento quedó escrito ayer en el emirato de Abu Dhabi.