El cantante británico George Michael admitió hoy ante un tribunal londinense que conducía bajo efecto de las drogas cuando se estrelló con su coche contra un comercio hace seis semanas.
Tras el accidente se le encontraron cigarrillos de marihuana, por lo que un juez le había impuesto ya hace un mes una prohibición transitoria de conducir. La pena definitiva, que podría ser incluso de cárcel, se conocerá el 14 de septiembre.
El cantante llegó al tribunal vestido con un traje negro y se coló en el edificio entre una tormenta de flashes de los fotógrafos.
No es la primera causa de este tipo que afronta Michael. Hace tres años se le retiró el permiso de conducir por dos años después de que bloqueara con su coche un cruce al encontrarse bajo el efecto de medicamentos.
El nuevo incidente "es un asunto muy serio", dijo el juez Robin McPhee. "Su capacidad de conducción se vio gravemente perjudicada y hubo un accidente".
Los líos del ex líder de Wham! con la Justicia no acaban en asuntos de tránsito. El caso más conocido que lo llevó a tribunales fue su detención por escándalo sexual en un baño público de Los Angeles.
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