El balón echa a rodar este miércoles en la primera edición del congreso Emociones, Football y Sociedad con una inauguración en la que intervinieron la vicerrectora de Proyección Social y Universitaria, Joaquina Castillo, la alcaldesa de Minas de Riotinto, Rocío Díaz, el Diputado Provincial de Deportes, Juan Daniel Romero, el presidente del Recreativo de Huelva, Jesús Vázquez, la Decana de la Facultad de Educación, Psicología y Ciencias del Deporte, María Pilar García, la secretaria del Departamento de Didácticas Integradas, Miriam Codes, y el director del Congreso, Carlos López.

Una iniciativa pionera en España que ha visto la luz en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Huelva y que se extenderá hasta el próximo viernes, 19 de abril, cuando se clausurará en la tierra roja de Minas de Riotinto. Es, por tanto, una oportunidad única para ensalzar la importancia de Huelva en el mundo del fútbol.

En primer lugar, y a través de un vídeo, María Antonia Peña, catedrática de Historia Contemporánea y rectora de la Universidad de Huelva, desglosó el contexto socio-histórico de la sociedad británica en la Huelva del siglo XIX para trazar las primeras líneas académicas de este congreso.

La primera ponencia llevó el nombre de José Carlos Ruiz, profesor de la Universidad de Córdoba. Una perspectiva filosófica titulada Ética y estética del fútbol: identidad y sociedad que fue presentada por Carlos López Arroyo, director del congreso. En ella se abordaron términos como el de felicidad, elegancia, sencillez, espíritu o esperanza en el mundo del fútbol. Una visión tan diferente como enriquecedora.

La última ponencia-conversatorio de esta primera jornada fue guiada por Rafael Bisquerra, catedrático en la Universidad de Barcelona, cuya intervención versó sobre la dimensión emocional en el fútbol. Visquerra fue presentado por Pedro Sáenz-López Buñuel, también catedrático de Universidad.

Este congreso proseguirá este jueves con una intensa jornada en la capital onubense que concluirá con una cena-coloquio a modo de Tercer tiempo británico en las modernas instalaciones de Lamiya.