La cala secreta de Málaga con aguas de película que todavía los turistas no conocen: "Bonita, muy tranquila y con unas vistas hermosas"

A estas alturas del verano, las playas de Málaga comienzan a recibir a numerosos bañistas en busca de su rincón ideal junto al mar. Sin embargo, aún existen espacios donde la masificación no ha llegado y la naturaleza conserva su esencia. Uno de estos lugares es la Cala Torre del Pino, situada en el municipio de Nerja, un enclave protegido que combina aguas limpias, paisajes abruptos y una tranquilidad difícil de encontrar en plena temporada estival.

Este arenal se integra en el Paraje Natural de Maro-Cerro Gordo, un entorno caracterizado por acantilados de gran altura, formaciones rocosas singulares y vegetación autóctona. Aunque se encuentra relativamente cerca de núcleos turísticos, su acceso complicado y ubicación entre paredes de roca hacen que siga siendo una playa poco concurrida incluso en los meses de mayor afluencia.

Entre acantilados, pinos y chumberas

La Cala Torre del Pino se extiende entre la Playa de las Alberquillas y la torre vigía que le da nombre. Está compuesta por dos tramos de arena separados por un conjunto de rocas caídas desde el acantilado. El entorno natural está dominado por pinos y chumberas, que no solo aportan sombra en algunos puntos, sino que también protegen el litoral del viento, favoreciendo la calma de sus aguas.

Llegar a esta playa requiere un pequeño esfuerzo. Desde la parte alta del acantilado parte un sendero con escaleras talladas en la roca, cuyo desnivel obliga a un descenso cuidadoso. Este camino, aunque algo exigente, es precisamente lo que contribuye a preservar la calma del lugar. Tal y como señala la Diputación de Málaga, este aislamiento natural es clave para mantener su estado casi virgen.

Aguas cristalinas y fondos marinos llenos de vida

El gran atractivo de la Cala Torre del Pino está en sus aguas de transparencia excepcional, donde el color azul turquesa permite ver el fondo incluso a varios metros de profundidad. Esta característica la convierte en un lugar perfecto para quienes disfrutan del esnórquel o el submarinismo, ya que la visibilidad es óptima y la vida marina abundante.

Bajo la superficie, afloramientos rocosos y formaciones submarinas crean un paisaje que alberga distintas especies de peces y pequeños organismos marinos. Pasear con gafas y tubo por estas aguas es, para muchos visitantes, una de las experiencias más memorables de la zona.

Un entorno natural sin servicios

La Cala Torre del Pino carece de las comodidades habituales de las playas más urbanas. No dispone de chiringuitos, duchas ni servicio de socorrismo, lo que refuerza su carácter salvaje y su respeto por el entorno. En la parte alta del acantilado hay pequeños espacios habilitados como aparcamiento, desde los que se inicia el camino hacia la playa.

Además, es conocida por ser un enclave frecuentado por naturistas, especialmente en la zona cercana a la gran roca que divide la playa. Esta tradición nudista se ha mantenido en el tiempo, favoreciendo un ambiente de respeto y convivencia.

Cómo llegar a este paraíso natural

La cala se encuentra a unos 6 kilómetros al este de Nerja, en plena comarca de la Axarquía. Desde el centro urbano se llega en unos 10 minutos por la carretera N-340. Para quienes viajan desde la ciudad de Málaga, el trayecto es de unos 50 minutos por la misma vía, una carretera costera que regala vistas espectaculares del Mediterráneo.

Al llegar, basta con dejar el vehículo en los aparcamientos superiores y descender a pie hasta la orilla. Un camino que, aunque requiere algo de esfuerzo, recompensa con uno de los paisajes más especiales del litoral malagueño.