Estas playas de Málaga son tan pequeñas… que te sentirás como si fueran solo para ti
De Nerja a Benalmádena: calas diminutas donde desconectar entre aguas limpias y silencio
Dónde encontrar las playas más pequeñas y escondidas de Málaga
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En pleno verano, hablar de la costa malagueña es hacerlo de un litoral diverso que abarca desde amplias playas urbanas hasta calas discretas casi escondidas. Aunque muchas personas buscan espacios extensos donde extender su toalla, cada vez gana más protagonismo un tipo de playa diferente: las más pequeñas, íntimas y tranquilas. En esta ocasión, exploramos algunas de las playas más reducidas de Málaga, rincones que, por su tamaño y entorno, ofrecen una sensación de aislamiento y exclusividad poco habitual en la costa mediterránea.
Playa Chica: historia y litoral en Torrox
Con apenas 50 metros de extensión, Playa Chica hace honor a su nombre. Esta pequeña franja de arena se encuentra muy cerca del faro de Torrox y se distingue por su cercanía a diversos yacimientos romanos, lo que permite combinar un día de mar con el descubrimiento de vestigios históricos. A pesar de que las mareas del Mediterráneo no suelen ser especialmente notorias, en ciertos momentos pueden reducir aún más la superficie útil de esta playa. Es uno de los enclaves más reconocibles del municipio, tanto por su dimensión como por el valor patrimonial del entorno que la rodea.
Playa Güilche: un enclave rocoso entre Nerja y Torrox
Ubicada entre Nerja y Torrox, la Playa Güilche destaca por su tamaño reducido y su localización entre formaciones rocosas. Aunque puede parecer inadvertida desde la carretera, aparece claramente identificada en los mapas. Su emplazamiento privilegiado proporciona un ambiente calmado, ideal para quienes buscan un contacto más directo con la naturaleza. Además, en las inmediaciones se encuentran otras calas similares, lo que convierte a esta zona en un punto de interés para los aficionados a descubrir rincones poco transitados del litoral malagueño.
Punta El Caballo y las calas ocultas de Benalmádena
En el tramo de costa correspondiente a Benalmádena, la playa de La Perla, también conocida como La Morera, se extiende a lo largo de poco más de 100 metros. Su entorno natural está salpicado de pequeñas calas que se despliegan a ambos lados de la Punta El Caballo, un saliente visible desde la orilla que actúa como punto de referencia. Esta zona presenta un relieve costero irregular, con rocas que configuran un paisaje recortado y singular. Las calas aquí presentes ofrecen una experiencia visual y ambiental distinta a la de las playas más urbanizadas.
Playa de Las Viborillas: entre vegetación y buceo
Otro de los lugares destacados en Benalmádena es la Playa de Las Viborillas, un pequeño arenal de unos 300 metros que acoge una cala frecuentada por quienes buscan tranquilidad y aguas limpias. Su entorno, envuelto por vegetación mediterránea y alejado del bullicio urbano, crea una sensación de aislamiento muy valorada. Además, la zona es conocida por sus buenas condiciones para el buceo y el snorkel, gracias a la claridad del agua y la vida marina que se esconde entre las rocas del fondo marino.
Las joyas escondidas de Nerja: Caletilla, Calahonda, El Salón y El Chorrillo
En el municipio de Nerja, algunas de las playas más céntricas también son de las más pequeñas. La Caletilla y El Chorrillo, ambas con una longitud que apenas supera los 50 metros, se sitúan a escasa distancia del emblemático Balcón de Europa, un punto clave en la localidad. En las cercanías se encuentra también la playa de El Salón, de unos 200 metros, y Calahonda, que se extiende a poco más de 100 metros. Todas ellas comparten un acceso relativamente sencillo y un marco natural impresionante, con acantilados, formaciones rocosas y aguas turquesas.
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