La comida sana quiere colarse en el aula

La asociación Carta Malacitana propone a la Junta talleres educativos gastronómicos

Niños en un comedor escolar
Isabel Ruiz

Málaga, 25 de julio 2018 - 01:34

La cuchara está desapareciendo de la mesa. Muchas veces las prisas nos obligan a comprar comida ultra procesada envasada. Dos minutos al microondas y listo. Los niños, que son pequeñas esponjas, van adquiriendo las costumbres que ven en sus mayores, y antes que merendar una manzana prefieren un dulce. La asociación malagueña Carta Malacitana quiere que la comida sana entre en las aulas y por ello, ayer le propusieron a la delegada de Educación, Patricia Alba, que las frutas y verduras se cuelen de lleno en los colegios, para que los más pequeños empiecen a comerlas si un "eso no me gusta".

La vocal de la asociación y nutricionista, Beatriz de Lara, destacó la importancia de que los niños elaboren sus propios platos, que conozcan los alimentos y se monten de una forma atractiva. Que sientan curiosidad por probar nuevos alimentos. Desde Carta Malacitana trabajan con la "cata consciente". "Les tapamos los ojos, y ellos pueden oler, saborear y notar la diferencia entre productos naturales y artificiales" explicó la nutricionista, que mantuvo que el método que llevan a cabo es el "antes, durante y después", para que los más pequeños conozcan todos los procesos, además de los alimentos que van a tratar y luego comerse.

En el antes se les proporciona información, para que en el posterior paso, el durante, puedan conocer de dónde procede lo que van a cocinar. El proceso del después, desde la asociación, inciden en enseñarles a comer tranquilos, y que mantengan una atención plena para conseguir el disfrute, porque "se puede disfrutar de productos sanos" subrayó De Lara.

"Si partes una fresa en el interior se ve un diente, porque esta fruta es buena para éstos, y si lo haces con un tomate se aprecia un corazón". Los niños se quedan boquiabiertos y les impresionan estos comentarios, explicó la nutricionista.

"Trabajamos mucho con los colores, y les decimos que hay que comer de colores porque si no se vuelven gris" y entonces, los pequeños prueban cosas y se les acerca "de otra manera a estos alimentos para que lo vean atractivos", pero existe una alta competencia que son los ultra procesados. De ahí la importancia de educar al entorno del niño porque si un profesional le dice al menor qué debe comer, pero llega su progenitor y le compra un foskito, "no ha servido de nada".

Por su parte, el presidente de Carta Malacitana, Antonio Carrillo, aseveró que les preocupa que desde el colegio "no se tenga suficiente información para la actividad más importante que hace el ser humano a lo largo de su vida, alimentarse". Existe "un déficit en el sistema educativo" y por ello, como asociación gastronómica cultural "podemos influir y participar para que esta iniciativa se convierta en una realidad".

"Nos interesa meter la cocina en el colegio. Como herramienta fundamental e instrumento de vida" aseguró Carrillo, que destacó la importancia de que desde la infancia "el alumnado tenga información real y práctica de la manipulación de alimento".

Desde la asociación defienden la recuperación de la dieta mediterránea, para que se vuelva a implantar en el sistema de alimentación de las familias y se deje a un lado la influencia de otras culturas donde predominan los ultra procesados y alimentos insanos. Además, de volver a las cocinas, para que así la cuchara vuelta a tener su lugar en la mesa.

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