Corales, peces exóticos y paisajes de otro mundo haciendo snorkel: así son las playas de Málaga que parecen sacadas de un documental de National Geographic

La provincia de Málaga no sólo deslumbra en superficie. Bajo las aguas de sus playas se esconde un universo marino sorprendente, lleno de colores, texturas y formas que evocan imágenes más propias de arrecifes tropicales que del Mediterráneo. Practicar snorkel en la costa malagueña es una forma accesible y directa de adentrarse en ese mundo oculto. Con unas simples gafas y tubo, y cuando el mar se muestra en calma, es posible descubrir bancos de peces, formaciones rocosas, cuevas sumergidas, posidonias e incluso corales. Algunos rincones del litoral malagueño ofrecen una biodiversidad excepcional, capaz de sorprender incluso a los más experimentados.

Cala del Cañuelo: un santuario submarino en el Paraje Natural de Maro-Cerro Gordo

En el extremo oriental de la provincia, la Cala del Cañuelo se alza como uno de los principales referentes del snorkel en Málaga. Enmarcada en el paraje natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, su riqueza ecológica es de las más elevadas del litoral andaluz. Bajo sus aguas es posible observar formaciones de coral naranja —una especie protegida—, extensiones de posidonia oceánica y una notable variedad de peces de colores. Este entorno protegido exige un respeto absoluto por las normas de conservación, pero recompensa con una experiencia submarina difícil de igualar en el litoral mediterráneo. Bucear o hacer snorkel en esta zona es sumergirse en un ecosistema vivo, donde cada rincón ofrece una postal marina digna de los mejores documentales.

Peñón del Cura: rocas y vida marina en Mijas

En Las Lagunas de Mijas, la playa de Peñón del Cura presenta un perfil algo más agreste. Su superficie rocosa puede resultar incómoda para quienes buscan zonas de baño tradicionales, pero precisamente esa característica hace que sea un punto destacado para la observación marina. La orografía sumergida atrae a múltiples especies y ofrece rincones protegidos donde el mar se manifiesta en su forma más auténtica. Las condiciones naturales de esta zona invitan a extremar la precaución, especialmente por la posible presencia de pescadores en determinados momentos del año. Muy cerca se encuentra la playa de Calaburras, otra alternativa valorada por los aficionados al buceo recreativo y al snorkel.

Torrevigía y La Yuca: un litoral rocoso en Benalmádena

En Benalmádena, la playa de Torrevigía destaca por su entorno marino excepcional. Sus fondos rocosos y arrecifes cercanos a la orilla convierten esta zona en uno de los tramos más interesantes para los aficionados al snorkel. A lo largo del litoral se pueden identificar diversas especies marinas, así como pequeñas cavidades donde se refugian pulpos y otras criaturas del ecosistema mediterráneo. A escasa distancia se encuentra la playa de La Yuca, que ofrece características similares. El contraste entre la transparencia del agua y las formaciones geológicas de la zona enriquece la experiencia visual y sensorial bajo el mar.

La Galera: una torre vigía custodia los fondos de Estepona

En la costa occidental, la playa de La Galera, en Estepona, ofrece un paisaje diverso tanto en la superficie como bajo el mar. Su extensión, de más de dos kilómetros, permite encontrar zonas menos concurridas, ideales para la práctica de snorkel. La proximidad de la torre vigía del mismo nombre marca un entorno donde las formaciones rocosas se entrelazan con bancos de arena, creando un hábitat idóneo para peces de pequeño tamaño, erizos de mar y algas. En los días más claros, la visibilidad permite explorar estos fondos con gran nitidez, convirtiéndolos en un destino atractivo para quienes buscan una conexión directa con el entorno submarino.

Cala del Moral: acantilados, historia y biodiversidad en Rincón de la Victoria

La playa de La Cala del Moral, en Rincón de la Victoria, conjuga geología e historia en un mismo entorno. Rodeada de acantilados y formaciones rocosas que continúan bajo el agua, esta playa es especialmente recomendable para observar la riqueza del lecho marino. La proximidad de la Cueva del Tesoro, una de las pocas cavidades marinas de origen subacuático visitables en Europa, refuerza el interés del lugar. En sus aguas se mezclan los fondos arenosos con estructuras rocosas que propician la proliferación de peces y pequeños invertebrados marinos.