El desconocido pueblo de Málaga que fue durante siglos enclave determinante para todas las civilizaciones

Benadalid cuenta con un castillo de origen bereber que hoy alberga el cementerio del pueblo

Benadalid y todos los motivos por los que debes conocerla

Una vista de Benadalid desde la lejanía.
Una vista de Benadalid desde la lejanía. / malaga.es

En el corazón de la Serranía de Ronda, entre montañas, fuentes de agua y antiguas rutas estratégicas, se encuentra Benadalid, un pequeño municipio de la provincia de Málaga con menos de 250 habitantes. Aislado del bullicio turístico, este enclave guarda uno de los testimonios más singulares de la historia andalusí en Andalucía: un castillo de origen bereber que hoy alberga el cementerio del pueblo.

Corría el año 711 cuando los bereberes cruzaron el estrecho de Gibraltar y comenzaron su avance hacia el interior de la península ibérica. Su presencia no tardó en dejar huella en el paisaje andaluz. En su camino hacia la consolidación del poder, Benadalid se convirtió en un enclave clave. Su riqueza natural, con abundantes fuentes de agua y una ubicación estratégica entre pasos montañosos y núcleos de población, motivó a los bereberes a asentarse y reforzar una fortificación que ya existía en la zona.

La fortaleza de Benadalid, construida sobre una planta romana anterior, destaca por su estructura de cuatro torres, que dominaban los valles circundantes. Durante siglos, esta construcción sirvió como punto defensivo crucial en un territorio que fue testigo de enfrentamientos, rebeliones y tensiones constantes entre diferentes poderes musulmanes.

Un castillo transformado en cementerio

El castillo de Benadalid, a pesar de los siglos transcurridos, aún conserva su trazado original, lo que permite comprender su importancia en la configuración del territorio. Con el paso del tiempo y los cambios políticos, el edificio fue adquiriendo nuevas funciones. A lo largo del siglo XIX, la antigua fortaleza se adaptó para servir como cementerio del municipio, un uso que perdura hasta la actualidad y que otorga al lugar una atmósfera única, donde la historia se entrelaza con el presente de manera simbólica y visible.

El cementerio de Benadalid ya es indistinguible del castillo original.
El cementerio de Benadalid ya es indistinguible del castillo original. / Javier Flores

Este uso contemporáneo como cementerio no ha eliminado su valor patrimonial. Al contrario, la conservación de la estructura original, junto con la serenidad del entorno, convierte al castillo de Benadalid en uno de los pocos ejemplos en Andalucía donde una fortaleza musulmana se ha transformado en espacio funerario sin perder su identidad histórica.

Un enclave con raíces que preceden al dominio musulmán

A pesar de su vinculación con el periodo andalusí, la historia de Benadalid se remonta a tiempos anteriores. Su ubicación entre los antiguos asentamientos romanos de Lacipo (actual Casares) y Arunda (Ronda), sugiere que ya en época romana la zona tenía cierta relevancia estratégica. Sin embargo, fue en época musulmana cuando Benadalid adquirió una importancia destacada, al convertirse en territorio fronterizo entre diversas facciones en lucha por el poder.

Durante el emirato de Córdoba, en tiempos de Abderramán I, Benadalid fue escenario de conflictos políticos y refugio de Omar ibn Hafsún, uno de los grandes rebeldes del siglo IX, que se enfrentó a las autoridades omeyas. Más adelante, la localidad quedó enclavada entre dos grandes reinos: el de Granada y el de Sevilla, siendo escenario recurrente de tensiones y enfrentamientos hasta su conquista definitiva por los cristianos en 1485.

Un legado histórico que perdura en el paisaje

Tras la conquista cristiana, la transición religiosa se reflejó también en la arquitectura de Benadalid. En 1505 se erigió la iglesia de San Isidoro, un templo construido sobre una antigua mezquita, como fue común en muchos pueblos de Málaga. Este hecho marcó el inicio de una nueva etapa en la localidad, aunque el rastro musulmán nunca desapareció del todo, permaneciendo vivo en el nombre del pueblo, su urbanismo y, especialmente, en la presencia del castillo-cementerio.

El Castillo de Benadalid, ahora convertido en cementerio.
El Castillo de Benadalid, ahora convertido en cementerio. / Malaga.es

Naturaleza, tranquilidad y arquitectura en el entorno del río Genal

Ubicado a menos de 30 kilómetros de Ronda, en plena cuenca del río Genal, Benadalid ofrece un entorno natural privilegiado. A una altitud considerable y rodeado de vegetación, el pueblo mantiene una conexión directa con la naturaleza serrana, lo que ha favorecido la existencia de rutas y senderos para explorar su territorio. A pesar de su reducido tamaño, cuenta con una decena de casas rurales, repartidas entre su núcleo urbano y sus inmediaciones, lo que refleja un interés creciente por parte de quienes buscan conocer lugares menos transitados del interior malagueño.

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