El lado oscuro de Málaga: 4 rincones donde el misterio y lo paranormal siguen vivos este Halloween

Cuatro lugares donde las leyendas malagueñas aún susurran entre sombras y cipreses

Cuando la historia se vuelve misterio: fantasmas, exorcismos y almas errantes en Málaga

De Capuchinos a Cuevas de San Marcos: los escenarios más inquietantes de la provincia

Una imagen del Cementerio de San Miguel. / EP

Málaga no solo es sol, mar y alegría. También posee un lado oculto, un rincón en su historia donde el misterio, las leyendas y los sucesos paranormales se entrelazan con la tradición popular. Aunque no abunden los relatos de terror, la provincia guarda episodios inquietantes que, con el paso del tiempo, han despertado la curiosidad de investigadores, vecinos y amantes de lo sobrenatural. Con la llegada de Halloween, es el momento perfecto para mirar hacia ese lado oscuro que aún late entre calles, cuevas y cementerios.

El fantasma de Capuchinos: las apariciones que paralizaron un barrio entero

En 1917, el barrio de Capuchinos vivió uno de los episodios más enigmáticos de la historia reciente de Málaga. Las crónicas de la época narran cómo, al caer la noche, figuras espectrales recorrían las calles, sembrando el pánico entre los vecinos. Los gritos, las luces inexplicables y las sombras que se movían entre los edificios antiguos se convirtieron en el tema de conversación de toda la ciudad.

La prensa local de la época se hizo eco de los sucesos, que fueron descritos como “apariciones fantasmales” por testigos y periodistas. Las autoridades llegaron incluso a patrullar la zona para intentar esclarecer lo ocurrido, sin lograr encontrar una explicación. Aquellos días, el barrio quedó envuelto en un silencio tenso, como si las almas de un pasado lejano hubieran decidido volver para recordar su presencia.

Fenómeno poltergeist en la calle Císter: cuando la policía registró lo inexplicable

En pleno centro histórico, a escasos metros de la Catedral de Málaga, la calle Císter fue escenario en los años 90 de uno de los casos más sorprendentes de actividad paranormal registrados oficialmente por la policía en España. En 1991, los trabajadores de un edificio comenzaron a experimentar sucesos extraños: objetos que se desplazaban solos, ruidos sin origen aparente y una constante sensación de que “algo” los observaba.

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El miedo se apoderó de los empleados, que acabaron abandonando el lugar. La policía acudió al inmueble y, tras varias inspecciones, recogió testimonios y pruebas de los fenómenos, aunque no encontró explicación racional alguna. El caso quedó archivado como un suceso paranormal. Desde entonces, aquel edificio ha pasado a formar parte del imaginario malagueño como uno de los lugares donde lo desconocido se hizo realidad.

El Cementerio de San Miguel: el alma errante de una escritora extranjera

Entre cipreses centenarios y mausoleos de mármol, el Cementerio de San Miguel, en el barrio de Fuente Olletas, guarda una de las leyendas más persistentes de Málaga. En este camposanto del siglo XIX, de gran valor histórico y artístico, se encuentra la tumba de la escritora estadounidense JamesBowles, cuya figura se ha vinculado durante décadas a una historia de apariciones.

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Vecinos y vigilantes aseguran que, al caer la tarde, una figura femenina se deja ver entre las tumbas, caminando lentamente antes de desvanecerse en la penumbra. Aunque muchos lo atribuyen a la sugestión o a los juegos de luz del atardecer, la leyenda de Bowles ha sobrevivido al tiempo, convirtiendo este cementerio en un punto de referencia para los amantes de lo misterioso.

La Cueva de Belda: un demonio atrapado en el corazón de Cuevas de San Marcos

En el norte de la provincia, bajo las colinas que dominan el municipio de Cuevas de San Marcos, se abre la enigmática Cueva de Belda. Este enclave natural es el escenario de una de las leyendas más antiguas y escalofriantes de Málaga: la del demonio que custodia un tesoro maldito.

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Según la tradición, un sacerdote cristiano se enfrentó al propio diablo, que tomó forma de serpiente para proteger el tesoro de la antigua MedinaBelda. Armado con ramas de jaramago y una cruz, el cura logró encerrar al demonio dentro de la cueva, condenándolo a permanecer allí eternamente. Desde entonces, cada 25 de abril, los vecinos de Cuevas de San Marcos mantienen la costumbre de atar nudos de jaramago como símbolo de protección y recuerdo de aquel exorcismo legendario.

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