Málaga no es sólo sinónimo de playas y el buen tiempo no sólo se aplica a ellas, sino también a la abundante naturaleza que esconde la provincia, maravillas únicas de las que disfrutar sin cansarse, bosques en los que perderse, en los que dejarse ir, en los que la noción del tiempo desaparezca. Málaga tiene algunos de los mejores bosques de Andalucía y hay que disfrutarlos. Revistas como Condé Nast Traveler o el portal de noticias El Mira incluyen a algunas de los bosques malagueños entre los mejores de España y definen el porqué.

Pinsapar en la Sierra de las Nieves

Uno de los paisajes de la Sierra de las Nieves.

El pinsapo es una de las especies endémicas que hay que cuidar, un abeto único que crece solamente en la Sierra de las Nieves y en la de Grazalema. Se trata de una de las especies menos abundantes de España y de los que están censados alrededor de medio millón de ejemplares. Son pocos y es por ello que el Pinsapar de la Sierra de las Nieves es uno de los bosques más impresionantes de Andalucía, también de España.

De hecho, ya nos hicimos eco de uno de los momentos más impresionantes de los pinsapos, cuando llegan las heladas a la zona y toma forma el hielo y la escarcha sobre ellos. Dicen de él que "es una de las grandes aportaciones ibéricas a la diversidad biológica del planeta" y que debe conservarse. Hay varias rutas que son de obligatoria travesía, como es la que va de Puerto Saucillo a Puerto Bellina o la de Caucón hasta Tajo de la Caína. Hay otro pinsapo, milenario, que se esconde en esta sierra: el Pinsapo de la Escalereta.

No podemos dejar pasar tampoco la excepcional cantidad de fauna que existe en la Sierra de las Nieves, con algunas aves como el buitre leonado, el águila real, el halcón peregrino, el azor, el gavilán, el ratonero común o el búho real entre otras muchas especies aéreas, así como terrestres: corzos, jabalíes, muflones, gamos, gato montés o nóctulo gigante...

Bosques en la Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama

La sierra Tejeda vista desde Canillas de Aceituno.

La Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama y sus bosques son otro de los grandes secretos de la naturaleza que ofrece Málaga que no sólo cuenta en sus inmediaciones con el monte más alto de la provincia malagueña, conocida como La Maroma con 2069 metros sobre el nivel del mar, también tiene rutas, entornos de gran biodiversidad, restos industriales y de instalaciones hidráulicas, patrimonio histórico y pueblos que ofrecen planes en torno a la naturaleza para todos los gustos. Se trata de un parque natural peculiar, con más de 40.000 hectáreas y que es "considerada la frontera natural que se encarga de delimitar a la provincia de Málaga y Granada".

Se trata de un espacio protegido y uno de los que tiene mayor importancia en Andalucía por todo lo que esconde, se recuerda especialmente su pasado histórico ya que fue ubicación de grandes luchas entre cristianos y moros. Su variedad botánica es impresionante como sus vistas sobre el Mediterráneo en muchos de sus puntos. Con saltos y cursos de agua importantes que nacen en estas localizaciones, las rutas senderistas son numerosas y cuenta con algunas de bastante dificultad por la altitud. Otro punto sorprendente de la provincia con una gran riqueza de aves, diferentes tipos de pinos, árboles como el tejo y otras plantas muy poco habituales.

Bosque de las piedras, en el Parque Natural Torcal de Antequera

Estructuras de El Torcal.

Este último tiene trampa, ya que más que un bosque de árboles es de roca y piedra caliza. Hablamos del Parque Natural Torcal de Antequera y uno de los fenómenos geológicos más impresionantes de toda España, de una belleza incomparable. Hace unos días hablábamos de que era también considerado como uno de los monumentos naturales más importantes de Andalucía, y no podíamos pasar por alto su belleza también como bosque, bosque de piedras.

"Aunque no destaquen sus zonas verdes, podrás disfrutar de una hermosa vista", dicen de él desde El Mira, donde destacan que es "un fenómeno geológico que tiene una gran belleza, y es un entorno natural que fue declarado Parque de la Reserva Natural, zona especial para la protección de las aves y zona especial de conservación". La erosión durante millones de años de la roca ha dado lugar a formas imposibles y bellas, pasadizos que recorrer, disfrutar y contemplar durante horas. Una visita a sus términos reconforta.