En la barriada de La Araña, el barrio más oriental de Málaga, se encuentra una pequeña cala, unos metros de costa que preside el restaurante que prepara las mejores patatas bravas de Málaga. Hace unas semanas que hablamos de ellas, las que se pueden comer en Maricarmen Casa Playa y que el portal Viajar alzó como una de las indispensables de toda España. Llegar allí es sencillo, lo difícil es salir una vez que las pruebas.

Suena 19 días y 500 noches del genio Joaquín Sabina mientras bajamos las pequeñas escaleras que conducen hasta Maricarmen Casa Playa, un restaurante-chiringuito con una cuidada estética que te atrapa al instante. Cuenta con varias tumbonas y camas para aprovechar cualquier día de playa pero lo que realmente llama la atención del local es su cuidada carta. A día de hoy es el único restaurante que puede decir que posee el premio The Best Chiringuito que otorgó la revista Tapas de Forbes por primera vez el pasado verano.

La pequeña playa a los pies de Maricarmen Casa Playa.

El sonido de las olas del mar rápido se instala como música de fondo, la comanda lleva las mencionadas patatas bravas, las Papas Maribravas, como reza la carta en la que recuerdan que fueron finalistas del Concurso Internacional de patatas bravas. A simple vista llama la atención el corte de las patatas, alargadas y no con la forma habitual, pero que lo que realmente embruja y enamora son las dos tipos de salsas que enamoran por separado y al unísono.

"El corte de las patatas no es para nada lo tradicional de las bravas", nos explica Aretuza Santos, la jefa de cocina de Maricarmen Casa Playa que está detrás de la carta y autora de las Papas Maribravas que corona "una mayonesa coreana y una mayonesa de mostaza de hierbas", ambas caseras y ejecutadas con suavidad. El broche final lo pone el ito togarashi y sésamo negro.

"Nuestra carta es lo más parecido a la cocina tradicional pero tirando a la cocina fusión y de autor", nos cuenta la chef de su carta, de la que también destaca a título personal La Rusa especial de la Maricarmen con huevo frito y las vieiras al pil pil malagueño con parmesano gratinado, antes de dar el broche: "El secreto de la carta está en mezclar lo tradicional de las madres y abuelas, al nuevo y fresco de los días de hoy… lo que nosotros llamamos 'nuestro toque de tontería'". Como bonus track, probamos la albóndigas de atún en salsa de la mama que quitan el sentío de un golpe y te obligarán a pedir pan para dejar el plato limpio.