Fue uno de los últimos bastiones republicanos en Málaga y ahora una aldea despoblada con cabañas en las que alojarse donde reina la paz

Entre los bosques de Los Alcornocales, La Sauceda renació como refugio natural y espacio de memoria histórica

Cabañas de piedra, senderos y recuerdos en el corazón de uno de los parajes más bellos del sur peninsular

De escenario de guerra y destrucción a enclave de turismo sostenible en plena Serranía de Ronda

Dos de las cabañas de la aldea despoblada de La Sauceda.
Dos de las cabañas de la aldea despoblada de La Sauceda.

Entre los espesos bosques del Parque Natural de Los Alcornocales, en el término municipal de Cortes de la Frontera, se encuentra uno de los enclaves más singulares y con mayor carga simbólica de la provincia de Málaga: la aldea despoblada de La Sauceda. Lo que en otro tiempo fue un pequeño núcleo serrano hoy se ha transformado en un conjunto de alojamientos rurales que permiten vivir una experiencia única, en contacto directo con la naturaleza y el silencio más absoluto.

Pero La Sauceda no es solo un remanso de paz. Su historia está marcada por los acontecimientos más duros del siglo XX, ya que fue uno de los últimos bastiones republicanos de la Serranía de Ronda durante la Guerra Civil española, un refugio natural que resistió durante meses antes de ser completamente destruido. Hoy, entre los restos de su ermita bombardeada y las ruinas del antiguo cementerio, el visitante puede comprender la profunda huella que dejó aquel pasado trágico en un paisaje de sobrecogedora belleza.

Naturaleza intacta en Los Alcornocales

El enclave de La Sauceda se asienta en uno de los entornos naturales más valiosos del sur peninsular. El Parque Natural de Los Alcornocales, compartido entre las provincias de Málaga y Cádiz, constituye un auténtico pulmón verde del que emergen barrancos, valles y sierras cubiertas por densos bosques de alcornoques, quejigos y helechos. Las brisas húmedas del Atlántico mantienen aquí una vegetación exuberante durante todo el año, donde los troncos cubiertos de musgo y las rocas tapizadas de verde dibujan un paisaje que parece sacado de un cuento.

En este ecosistema privilegiado conviven especies emblemáticas como el buitre leonado, el ratonero moro o el corzo, además de una rica avifauna forestal que hace de la zona un referente para los amantes de la observación de aves. El visitante que se adentre por estos senderos siente la sensación de estar caminando por un bosque encantado, donde el silencio solo se rompe con el rumor del viento y el canto de los pájaros.

De la resistencia a la reconstrucción

Durante siglos, La Sauceda fue un lugar casi inaccesible, protegido por su complicada orografía y su aislamiento. Las crónicas cuentan que ya en tiempos de los Reyes Católicos esta zona resultaba difícil de dominar, y que incluso durante el reinado de Felipe II sus habitantes vivían al margen de la autoridad real. Esa condición de refugio natural se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX, cuando la Guerra Civil convirtió este rincón de la Serranía en un escenario de resistencia y tragedia.

El entorno de La Sauceda.
El entorno de La Sauceda. / malaga.es

Las montañas de La Sauceda acogieron a decenas de familias que huían del avance franquista desde la vecina provincia de Cádiz. Los enfrentamientos fueron intensos y el poblado quedó reducido a ruinas. En las proximidades, en el Cortijo del Marrufo, se halló una de las mayores fosas comunes de España, testimonio del horror vivido en aquellos años. Hoy, la ermita y el cementerio de La Sauceda, restaurados parcialmente, se conservan como espacios de memoria histórica.

A partir de 1979 comenzó la reconstrucción de parte de sus edificaciones, dando lugar a un Núcleo Recreativo Ambiental que ofrece servicios de información, alojamiento y actividades en plena naturaleza. De esa forma, el antiguo poblado renació como símbolo de paz y respeto por el entorno.

Cabañas rurales donde el tiempo se detiene

El actual complejo rural de La Sauceda está formado por un pequeño conjunto de 23 cabañas de piedra, situadas en pleno bosque y adaptadas para disfrutar de una experiencia sencilla y auténtica. No disponen de electricidad ni cobertura telefónica, pero sí de chimenea, zona de acampada, duchas y servicios básicos. Todo está pensado para reconectar con lo esencial y vivir unos días alejados del ritmo urbano. Para más información y reservas, tiene habilitado este número de teléfono: 671 657 875.

El agua procede de una fuente natural situada en el centro del poblado, y durante el verano el cercano arroyo permite incluso refrescarse en sus pozas. Las noches, iluminadas solo por las lámparas de pilas o el resplandor del fuego, invitan al descanso y a la contemplación de un cielo estrellado que pocas veces puede verse con tanta claridad.

Senderos, historia y paisaje

La Sauceda se encuentra en el kilómetro 56-57 de la carretera CA-8201, dentro del término municipal de Cortes de la Frontera. Desde el aparcamiento habilitado, el acceso al poblado puede realizarse a pie —unos veinte minutos de caminata por un sendero entre alcornoques— o mediante un porte que facilita la subida.

Parte del entorno de La Sauceda en Cortes de la Frontera.
Parte del entorno de La Sauceda en Cortes de la Frontera. / Javier Flores

Los alrededores ofrecen numerosas posibilidades para los amantes del senderismo, destacando el sendero de La Sauceda al Pico del Aljibe, una ruta exigente que alcanza los 1.091 metros de altitud y regala una panorámica impresionante del Parque Natural de Los Alcornocales y del Campo de Gibraltar.

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