El pueblo de Málaga de "belleza inesperada" que es perfecto para visitar este otoño: "Es un lugar profundamente tranquilo"

El pueblo museo de la Serranía de Ronda que enamora a los británicos

Arte, naturaleza y silencio: así es Genalguacil, el rincón más inspirador del Valle del Genal

Donde cada esquina es una obra de arte y cada calle respira calma

Una panorámica de Genalguacil.
Una panorámica de Genalguacil. / malaga.es

En la provincia de Málaga, entre los valles sinuosos y las laderas cubiertas de castaños de la Serranía de Ronda, se encuentra un lugar que parece detenido en el tiempo. Genalguacil, conocido como el pueblo museo, ha cautivado recientemente la atención del diario británico The Times, que lo ha descrito como “un destino de belleza inesperada” y “un lugar profundamente tranquilo”. Su esencia combina arte contemporáneo, tradición andaluza y naturaleza, convirtiéndose en uno de los enclaves más singulares del interior malagueño.

A diferencia de otros pueblos blancos de la provincia, Genalguacil ha sabido transformar su pequeño tamaño, con apenas 400 habitantes, en un lienzo al aire libre. Pasear por sus calles encaladas es recorrer una galería en la que cada esquina alberga esculturas, murales o instalaciones artísticas creadas por autores de distintas partes del mundo. Es por ello por lo que llama la atención a The Times, donde también mencionan que es “un lugar dedicado al arte, con unas 150 instalaciones para descubrir en sus calles y jardines, y un festival de arte que se celebra, inexplicablemente, en el intenso calor de agosto“. Por último, una recomendación: “Alójese en la sencilla pero fabulosa Posada Del Recovero y súbase a una llanta para navegar por el río“.

Genalguacil, el pueblo museo de la Serranía de Ronda

Desde 1994, este municipio del Valle del Genal celebra los Encuentros de Arte, una cita bienal que ha marcado su identidad. Cada dos años, artistas nacionales e internacionales conviven con los vecinos durante varias semanas, creando obras que posteriormente quedan integradas en el paisaje urbano. Gracias a esta iniciativa, Genalguacil cuenta hoy con más de 200 piezas permanentes que dialogan con su arquitectura tradicional, convirtiéndolo en uno de los mayores museos de arte contemporáneo al aire libre de España.

En 2011 surgió también la Semana Cultural Arte Vivo Genalguacil, que amplía esa conexión entre los creadores y la comunidad local. Este encuentro promueve la interacción directa con los habitantes, fortaleciendo el vínculo entre arte y vida cotidiana.

El recorrido artístico se completa en el Museo de Arte Contemporáneo Fernando Centeno López, inaugurado en 2004, donde se conservan numerosas obras de ediciones anteriores de los Encuentros. Su colección permanente y su programación expositiva consolidan el papel de Genalguacil como epicentro cultural del Valle del Genal.

Tradición, historia y arquitectura blanca

Pese a su carácter vanguardista, Genalguacil conserva la esencia de un pueblo andaluz clásico. Su trazado urbano mantiene la huella del pasado musulmán, con calles empedradas, pendientes pronunciadas y fachadas encaladas que reflejan la luz del sol serrano. En el centro se alza la Iglesia de San Pedro Mártir de Verona, construida entre los siglos XVI y XVII, uno de los ejemplos más destacados del patrimonio arquitectónico de la Serranía de Ronda.

La Plaza e Iglesia de San Pedro Mártir de Verona, en Genalguacil.
La Plaza e Iglesia de San Pedro Mártir de Verona, en Genalguacil. / malaga.es

El templo, de estilo barroco con detalles mudéjares, armoniza con el entorno, reforzando la imagen blanca y uniforme del casco histórico. En cada rincón, macetas, balcones floridos y miradores naturales completan una estampa que resume la serenidad del sur rural.

Un entorno natural que se tiñe de cobre en otoño

El paisaje que rodea Genalguacil es uno de los más hermosos de la provincia de Málaga. Situado a casi 500 metros de altitud, el municipio se asienta en el corazón del Valle del Genal, una zona de gran valor ecológico donde predominan los bosques de castaños, alcornoques y pinsapos.

Durante los meses de otoño, este entorno se transforma en el conocido Bosque de Cobre, un espectáculo cromático que tiñe las laderas de tonos ocres, dorados y rojizos. Los miradores del pueblo, como el del Lentisco, ofrecen vistas panorámicas que revelan la magnitud del valle y el contraste entre el blanco de las casas y el color cambiante del paisaje.

Gastronomía de temporada con sabor a sierra

La cocina de Genalguacil refleja su entorno. En otoño, la castaña se convierte en protagonista de platos tradicionales como sopas, guisos y postres. La repostería local incluye elaboraciones con almendras, miel y productos de temporada, que forman parte del recetario serrano transmitido de generación en generación.

En los restaurantes y bares del municipio también es habitual encontrar guisos de tagarninas, carnes de caza y potajes elaborados con ingredientes autóctonos del Valle del Genal, una muestra de la riqueza gastronómica que caracteriza a la Serranía de Ronda.

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