La posibilidad de que el Metrobús entre la Universidad de Málaga y el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), experiencia piloto puesta en marcha el pasado mes de septiembre, coincidiendo con la Semana de la Movilidad, pase a tener un funcionamiento definitivo empieza a cobrar fuerza. Las últimas conversaciones mantenidas por la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), la sociedad explotadora del Metro, Metro Málaga, y el Consorcio Metropolitano de Transportes invitan a pensar que en los próximos meses será factible el desbloqueo de la iniciativa.

El último contacto, que tuvo lugar la pasada semana, concluyó con el convencimiento de los tres actores respecto a la necesidad de ir adelante con los trámites necesarios para convertir en permanente esta conexión. Se trata de una de las opciones puestas encima de la mesa en los últimos meses para minimizar los problemas de atascos que a diario sufren los cerca de 18.000 trabajadores de la tecnópolis.

Sin embargo, siendo favorable la disposición de los entes y administraciones implicados, quedan aún cuestiones de trascendencia por resolver. El principal, la de la financiación de la explotación de este ramal, que tiene una de sus claves el que el usuario del Metro y el bus no sean penalizados económicamente en el transbordo. Con el objetivo de avanzar en este camino, fuentes próximas al encuentro informaron de la intención de mantener a lo largo de la próxima semana una reunión con empresas del parque para abordar la posibilidad de que colaboren en los costes.

Cabe recordar que algunas de las grandes firmas mantuvieron una reunión a finales del pasado mes de noviembre con el alcalde, Francisco de la Torre, en la que le expusieron su malestar y preocupación con la ausencia de alternativas que permitiesen mejorar los accesos al PTA. Días después fueron los trabajadores los que protagonizaron una protesta en el propio campus empresarial.

"Hay unanimidad de ir para adelante incluso sin el carril bus", confirmó el gerente de la EMT, Miguel Ruiz, al ser preguntado por esta reunión. El objetivo planteado es el de poner en servicio la conexión Metro-bus "lo antes posible". "A ver si entre todos podemos poner algo de nuestra parte", expuso.

Si bien se admite la dificultad que tiene empezar a funcionar sin una plataforma reservada, dado que los autobuses articulados que recogerían a los pasajeros del Metro en la última parada en la ampliación de la Universidad, se valora la posibilidad “de crear hábitos de movilidad en los trabajadores del parque”.

Desde Metro Málaga, confirmaron la existencia del "contacto informal" para evaluar la experiencia piloto de la Semana de la Movilidad, y admitieron su disposición a ir adelante con la iniciativa. "De acuerdo con los datos suministrados por la EMT todos vemos con buenos ojos la posibilidad de fomentar la movilidad en transporte público al PTA", indicaron desde la empresa. No obstante, las fuentes matizaron que si bien Metro Málaga "es colaborador, no es el que encabeza la iniciativa". "Ni el material rodante es del Metro ni la intregración tarifaria es de la empresa", precisaron.

Incluso, señalaron que la puesta en funcionamiento de esa lanzadera en bus desde la ampliación de la Universidad ni siquiera implicaría una variación de las frecuencias de paso de los trenes del ferrocarril urbano. "Metro Málaga ve con buenos ojos la iniciativa y a ver en qué medida las gestiones que lleve a cabo el Ayuntamiento pueden fructificar; disposición a estudiar todo lo que nos planteen", añadieron las fuentes.

La reacción en el parque es de satisfacción ante el avance previsto. Para el director de la tecnópolis, Felipe Romera, se trataría de una acción más a sumar a otras con las que rebajar el conflicto generado a diario en las entradas y salidas. "Estaría muy bien que se ponga en marcha", dijo Romera, quien dudó de la posible colaboración de las empresas.

"Cuanto antes se ponga en marcha mejor", insistió, subrayando el valor de que puedan captar trabajadores y que estos dejen el coche en casa. A modo de ejemplo, recordó que cuando el Metrobús funcionó de manera experimental, la iniciativa fue calificada de "exitosa" por parte del Ayuntamiento y ello a pesar de coincidir con los días de peor tráfico debido al cambio de sentido de la calle Cristobalina Fernández.

Los primeros datos manejados en los primeros encuentros de Metro Málaga y la EMT, a principios del mes de agosto, para abordar la posterior prueba piloto de la lanzadera al PTA concluían que la confluencia de ambos sistemas de transporte podría llegar a generar 1,1 millones de viajeros anuales, con unos 5.000 usuarios diarios (100.000 mensuales). Un dato, en cualquier caso, siempre vinculado a la ejecución de una serie de infraestructuras con las que mejorar la velocidad comercial y que quedan lejos del escenario actual.