Alertan del aumento de casos de autolesiones entre adolescentes
Expertos abogan por que las familias aborden los suicidios y se organicen debates en colegios
Más autolesiones e intentos de suicidio entre los adolescentes. Los psicólogos se enfrentan a un fenómeno que cada vez resulta más común y que, según explican, no está asociado a ningún trastorno mental sino que responde, en la mayoría de los casos, a una alternativa para "mitigar el dolor emocional". Así lo entiende la psicóloga Paloma Huertas, que trabaja para el centro Psicohuma, especializado en jóvenes. "Estos síntomas están siendo muy frecuentes. Hay una epidemia, utilizan esa solución para manejar el malestar y como forma de autocastigo, explica.
El macabro juego de la ballena azul, que en Marbella ha llevado a la Policía a abrir una investigación tras una denuncia por incitar, supuestamente al suicidio, ha reabierto el debate sobre la necesidad de impulsar medidas encaminadas a abordar la muerte deliberada. Los profesionales consultados defienden la importancia de organizar debates en los centros educativos para que no se convierta en un tema tabú. En este sentido, la psicóloga Marta Garrido, miembro del gabinete PsicoAbreu, destaca el incremento de menores que "amenazan a sus padres con hacerse daño". Las familias deben analizar los motivos que originan esta conducta y conocer el entorno de los hijos. "Hoy en día se ponen pocos límites. Nos llegan problemas de baja autoestima, inseguridades...Es complejo trabajar con adolescentes pero intentamos ganarnos su confianza", señala la psicóloga.
A su juicio, la vulnerabilidad de los más jóvenes es un factor clave para que se vean inmersos en este tipo de retos presuntamente suicidas. El proceso de cambios emocionales por el que atraviesan les hace, en muchos casos, distanciarse de las familias, dejarse llevar por sus iguales y refugiarse en estos. Pero, ¿cómo los creadores de juegos similares al de la ballena azul logran inducirlos a la muerte? La experta recalca que la manipulación que estos ejercen "es extrema" y suelen conocer las carencias de las víctimas. "Aunque los adolescentes son los más vulnerables, un alto porcentaje tiene problemas. Se sienten solos e incomprendidos. Nos llegan muchos adultos que han tenido una infancia muy traumática", resalta.
Las cifras hablan por sí solas. Los teléfonos de la Fundación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) 900 20 20 10 y el del Adulto y la Familia 600 50 51 52 atendieron en 2016 un total de 2.971 llamadas relacionadas con ideación e intentos de suicidios y autolesiones frente a las 1.838 recibidas el año anterior. Todas esas consultas dieron lugar a 1.158 casos, frente a los 704 del ejercicio último: 627 sobre ideación suicida o intento de suicidio y 531 relacionados con autolesiones. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), este fenómeno es la segunda causa de muerte entre adolescentes.
Las consultas de psicólogos también están registrando un incremento de los casos de aislamiento protagonizados por jóvenes que, encerrados en su habitación, "paralizan su vida académica, social y familiar". Un comportamiento vinculado al "uso abusivo de la tecnología", que está generando "conflictividad" en los hogares. En este contexto, la experta en psicología clínica Paloma Huertas recomienda a los progenitores ejercer una labor de supervisión en los menores, pero sin "asifixiarlos".
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