Andalucía en 80 tapas
Caballa malagueña nitsuke, cochinillo confitado con salsa de ciruelas, conchas finas de Málaga con pipirrana, jengibre y albahaca; salmorejo de aguacate con pan de aceitunas negras y sardinas marinadas, potaje de castañas o helado suave de porra y virutas de almendra y jamón son sólo algunas de las 80 tapas elaboradas por 23 cocineros andaluces que reúne el libro Tapearte, que refleja el valor de la cocina y la cada vez mayor importancia turística que tiene la gastronomía por su poder de atracción de viajeros.
Tradición y modernidad se funden en bocados muy diversos, en tapas de una cocina andaluza y malagueña que tiene un amplio recorrido y que atrae no sólo a nivel nacional, sino internacional. Tapearte nació de forma espontánea en Antequera, durante la inauguración de un bar de tapas, desde entonces se han celebrado cuatro ediciones que han permitido elaborar diferentes platos que se reúnen en este documento, según ha indicado el director del mismo, el crítico gastronómico Fernando Rueda.
"Pocas cosas existen que sean capaces de demostrar cómo es un pueblo, la tapa es una manifestación de nuestra forma de ser y de entendernos por lo que comemos. Además, tapear no se hace solo, es parte de nuestra identidad y una expresión de nuestra forma de ser", manifestó durante la presentación, en la que han estado presentes los padres de estos platos.
El presidente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Elías Bendodo, por su parte, recalcó la importancia que tiene la gastronomía como motor de atracción de viajeros; de hecho, ésta se configura ya como un segmento independiente "que atrae a visitantes por sí solo".
"Muchos vienen únicamente por la cocina y a través de la gastronomía se comunica la tradición de un pueblo y ayuda a la oferta como un reclamo básico", señaló.
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