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Suena el nombre de varios interesados en ocupar la vacante de fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Málaga que dejará en breve Manuel Villén, pero el único que ha confirmado su intención de optar al cargo es el actual teniente fiscal, Antonio Morales, que también estará en funciones hasta la designación del nuevo jefe del Ministerio Público cuando la marcha de Villén sea oficial. Morales, además del número dos de la Fiscalía malagueña, es presidente del Ateneo y de la asamblea provincial de Cruz Roja.
A la espera de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publique la renuncia de Villén -está previsto que ocurra en unos días-, el Ministerio de Justicia convocó ayer la plaza de fiscal jefe para Málaga. A este puesto podrán optar los fiscales de la segunda categoría que cuenten al menos con 10 años de servicio en la carrera fiscal, según la orden ministerial publicada en el BOE. Hay dos plazos para presentar las solicitudes: de 10 días si se hace en el Registro de la Fiscalía General del Estado o en el del Ministerio de Justicia; y de siete días si se opta por acudir al fiscal jefe del actual destino.
Con el nombre de todos los interesados sobre la mesa, el Consejo Fiscal debe emitir un informe no vinculante antes de la designación por parte del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, que debe ser ratificada por el Gobierno.
El fiscal jefe de Málaga, Manuel Villén Navajas, presentó su renuncia al cargo a finales de octubre para que su hija, que también es fiscal, pudiera optar a una plaza en la provincia malagueña. La normativa impide que el jefe tenga a su cargo a un familiar y su hija pretendía optar a una plaza de los destacamentos de Vélez-Málaga o Marbella, según explicaron en ese momento fuentes del Ministerio Público. Villén se limitó a explicar que había basado su decisión de renunciar y no optar a la reelección en una "cuestión estrictamente personal".
El fiscal jefe anunció su renuncia un mes antes de que finalizara su mandato de cinco años y en total estará en el cargo 12 años y medio, periodo en el que la Fiscalía malagueña ha pasado de 40 a más de 80 fiscales. "Ha cambiado de la noche a la mañana", dijo.
Nacido en Rute (Córdoba), Villén llegó a Málaga en 1996 procedente de la Fiscalía de Sevilla, donde fue teniente fiscal.
Durante su mandato se ha creado la adscripción permanente del Ministerio Público en Torremolinos y se han puesto en marcha las fiscalías especiales de Anticorrupción (fue la primera del país y actualmente cuenta con tres fiscales), Medio Ambiente, Malos Tratos, Delitos Económicos, Antidroga o Siniestralidad Laboral.
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