El Ayuntamiento de Rincón admite su error de planificación al derribar el colegio de La Cala

A los padres de los 11 niños que se han quedado sin plaza en el colegio Gregorio Marañón de La Cala del Moral les cuesta creer que haya sido por una mala estimación de la Concejalía de Educación y de la Junta. Pero así lo fue. "Se estudió la posibilidad de mantenerlo en pie y estuvimos valorando dejarlo como centro educativo, pero no lo hicimos porque no sabíamos si íbamos a tener un exceso de matrículas", explicó Eulalia Serrano, concejal de Educación de Rincón, quien por otro lado recordó que aunque era un centro "apto" para dar clases, sus instalaciones eran precarias y sin accesibilidad. "Es un centro de hace más de 30 años, con muchas escaleras y sin baños adaptados para los pequeños y presentaba muchas barreras arquitectónicas", mencionó la edil.

El Ayuntamiento de Rincón de la Victoria era consciente de que este año volverían a tener dificultades para dar cobertura a la demanda de solicitudes de niños de tres años en los centros educativos del municipio. El problema era saber qué núcleo presentaría la situación más extrema: La Cala del Moral, Rincón de la Victoria o Torre de Benagalbón. Ante la duda, decidieron derribar el antiguo colegio Gregorio Marañón con el beneplácito de Educación y con el compromiso de ambas administraciones de buscar la mejor solución con las Ampas y la dirección del centro.

El antiguo Gregorio Marañón cerró sus puertas en 2007 cuando se inauguró el nuevo centro con el mismo nombre en Hacienda Manila. Las instalaciones fueron inauguradas en noviembre con cuatro aulas más de Infantil y ocho de Primaria. El curso siguiente no tuvo problemas para incorporar al cupo completo de matrículas. Este año sí lo tienen, y un mes antes derribaron "el de la plaza". Ahora el solar lo ocupan coches aparcados. En un futuro estarán en el subsuelo y habrá un museo. Mientras, según apuntó el alcalde, José Miguel Fernández Carloni (Psirv), habrá que instalar aulas prefabricadas.