La bolsa de aprovechamientos urbanísticos de la que ya puede presumir el Ayuntamiento de Málaga, al punto de convertirse en uno de los grandes propietarios de la capital, sigue engordando. A la edificabilidad de la que va a disponer en el corto y medio plazo con la activación y desarrollo de algunas de las principales operaciones inmobiliarias, caso de los antiguos terrenos de Repsol, La Térmica y Torre del Río, entre otros, se une ahora la reactivación del proyecto Rojas Santa Tecla, nombre de los terrenos localizados en la zona oeste sobre los que desde hace años se viene promoviendo la construcción de 2.847 viviendas y un campo de golf.

El devenir de esta ordenación estuvo marcada años atrás por varias sentencias judiciales, la primera del TSJA y la segunda, del Tribunal Supremo, que acabaron por anular el plan parcial de la zona, forzando a su redacción y aprobación desde el inicio. La aprobación definitiva del nuevo documento de planeamiento tuvo el aval del Pleno del Ayuntamiento el 31 de marzo del año pasado, sentando las bases para la reactivación de un proyecto de complejo desarrollo, con alrededor de 170 propietarios. El siguiente paso en esta larga cadena de hitos ha sido la redacción y publicación del proyecto de reparcelación, que se encuentra en exposición pública.

Conforme al reparto fijado en el proyecto de reparcelación, el Ayuntamiento emerge como uno de los grandes beneficiarios, al punto de que se le asignan, en cuatro parcelas diferenciadas, un total de 48.872 metros cuadrados de techo residencial para plurifamiliar. Ello, traducido en viviendas podría suponer del orden de medio millar.

Pero no es lo único que recibirá el Consistorio en este reparto. Al uso residencial hay que sumar dos pastillas de uso comercial, una de ellas de 846,11 metros y otra de 1.923 metros. Asimismo, del análisis de la información oficial, se asignan al Ayuntamiento 11.007 metros de uso deportivo (en dos solares), otros 17.187 social, y 22.844 metros cuadrados de uso escolar. El reparto contemplado también incluye la asignación de 330.353 metros de suelo de áreas libres, 2.776 de sistemas técnicos, 244.172 metros cuadrados de viales...

Todo ello, a excepción de los terrenos escolares y social, serán objeto, muy probablemente, de operaciones de compraventa impulsadas por la Gerencia de Urbanismo con el fin de obtener ingresos que posteriormente se destinarán a intervenciones urbanas o la construcción de vivienda de protección oficial.

No obstante, la asignación de estos aprovechamientos lleva aparejada unas obligaciones elevadas en los gastos de urbanización, entre otros. Conforme a los números consultados, las cargas globales que recaen sobre el Ayuntamiento como propietario del sector rondan los 8,6 millones, superior incluso que la que corresponde a Altamira, con 7 millones, o a la empresa Málaga Oeste S.A., con 6 millones. Todo ello como parte de unas cargas generales de casi 60 millones de euros.