Si los cortes de agua que ya se hacen en muchos municipios malagueños -y los que vendrán-, las cuatro desaladoras portátiles previstas para distintos puntos de la provincia, la que se quiere construir fija en la Axarquía -cuyo proyecto no termina de arrancar y que, en todo caso no estaría lista hasta dentro de unos años-, la mejora de la desaladora de Marbella, la ampliación de depuradoras y los trasvases de agua de unas zonas de la provincia a otras y la lluvia que pueda caer resultan insuficientes para plantar cara a la sequía en la provincia este verano, habrá que echar mano a los barcos cisterna para traer agua a Málaga. Sería la última bala.

La decisión todavía no está tomada, y nadie se atreve a darlo por hecho porque supondría aceptar el peor de los escenario que la falta de lluvias puede provocar, pero es algo que ya está en mente de muchas personas. La Junta de Andalucía se reunirá en abril para debatir la situación, a expensas de comprobar las lluvias que puedan dejar los meses de febrero y marzo. 

En la provincia ya se están preparando las conexiones, revisando tuberías y viendo las obras necesarias para, "si se diera el caso" -en palabras de la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro-, estar preparados para recibir a estos barcos. Por ello, la Junta está preparando el puerto de la capital para impulsar tomas de conexión con las redes de abastecimiento más cercanas y, de esa forma, poder descargar el agua procedente de estos barcos.

Esta medida estará incluida dentro del nuevo Plan Sequía Plus para paliar la sequía que ha creado la Junta de Andalucía. Lo que se sabe hasta ahora de este plan es que serían buques cargados con hasta 100.000 metros cúbicos de agua, que se utilizaría para el abastecimiento de la población de toda la provincia de Málaga. 

La idea parece ser que estos barcos puedan descargar el agua en el Puerto de Málaga a través de tomas de conexión instaladas en uno de los muelles, con la intención de conducirla hasta la estación de El Atabal y, desde ahí, que sea conducida a los distintos municipios que más la necesiten, tanto de la Axarquía, como de la Costa del Sol Occidental y el interior. 

Dentro del recinto portuario el sitio más "operativo" para recibir estos barcos con agua sería la terminal del Muelle número 9 porque "tiene el atraque y tiene una campa con una gran superficie" en los que podrían circular múltiples camiones cisternas.

Pero, ¿de dónde se traería ese agua en barco? De momento la Junta de Andalucía no ha confirmado el lugar desde el que podrían proceder estos buques cisterna, si bien, se baraja la posibilidad de que lleguen desde Portugal o desde algún punto de Asia.

El precedente de Barcelona

La llegada del primer buque cisterna a Barcelona en mayo de 2008 creó una gran expectación. El buque aljibe, de nombre Sichem Defender y con bandera panameña, llegó al puerto de la ciudad condal con una carga de 19.000 metros cúbicos de agua potable procedente de Tarragona, el equivalente al consumo diario de unas 170.000 personas.

El imponente buque, de 145 metros de largo y 24 de ancho, ha sido recibido en el puerto barcelonés por más de un centenar de periodistas y cámaras de televisión de varios países, como Francia, Reino Unido y Portugal, que han querido inmortalizar la llegada a Barcelona del primer barco de los seis que en los próximos meses suministrarán agua a la ciudad.