HOY les reseñaré algunas curiosidades sobre un buque de crucero que hace tan sólo unas horas ha estado presente en el puerto malagueño. Adscrito a la compañía P&O Cruises y, siendo el tercero que navega con este nombre en la muy dilatada historia de esta naviera, el Britannia, manteniendo todos los estándares propios de un barco de turistas del siglo XXI, destila la muy especial atmósfera de la que participan todos los buques que se dedican en exclusividad al mercado crucerista inglés.

Construido entre 2013 y 2014 en los astilleros italianos de Fincantieri y bautizado por la reina Isabel II de Inglaterra en marzo de 2015, en ese mismo mes, este barco iniciaba su biografía realizando un viaje por diferentes puertos de España, Francia e Italia. Con 143.730 toneladas de registro bruto, 329 metros de eslora, 17 cubiertas y una capacidad máxima para albergar a 4.406 pasajeros repartidos en 1.837 cabinas de múltiples categorías, este buque, participa de una curiosa peculiaridad que lo hace único. Formando parte de un grupo de siete gemelos, el Britannia que es el segundo de esta serie, es el único que lleva instaladas dos chimeneas; una singularidad que en la actualidad solo comparten un reducido número de barcos de turistas.

Atendiendo a esta llamativa circunstancia y si olvidar la enorme bandera del Reino Unido de 94 metros que lleva pintada a proa en su casco, la historia malacitana de este barco se resume en sólo cuatro escalas, tres efectuadas de una forma reglada y una cuarta debida a una urgencia sanitaria.

Atracado en el muelle norte de la estación marítima de levante, nuestro protagonista de hoy se estrenaba en Málaga el 22 de abril de 2022 en una escala que se prolongó durante once horas y media. Varios meses después, en concreto en julio de ese mismo año, la necesidad de evacuar de un enfermo lo traía frente a la bocana, una historia que ya les reseñé en esta misma columna.

Cumplimentando su tercera visita en abril de este año en curso, hace muy pocas horas, el Britannia regresaba en lo que ha significado su cuarta presencia malacitana; una escala que, si no hay cancelaciones volverá a traer a Málaga este coloso antes de que finalice 2023.