Agentes del Grupo de Protección de la Naturaleza (Gruprona) de la Policía Local capturaron este lunes los cinco perros que atacaron a un joven de 30 años en la madrugada del sábado a domingo en la calle Joaquín Vargas. La víctima está estable dentro de la gravedad, pendiente de evolución en la Unidad de Cuidados Críticos del Hospital Virgen de la Victoria.

El primer animal fue localizado en las inmediaciones de donde se produjo el ataque. Se trata de una perra pastor belga malinois, de unos cinco meses, que cojeaba de una pata. Según fuentes municipales, era “bastante agresiva”. Fue trasladada al Centro Zoosanitario Municipal de Málaga para su valoración y atención veterinaria.

La investigación continuó abierta y la Policía Local llevó a cabo las acciones oportunas para capturar a los otros cuatro. Sobre las 15:00 se halló a uno de los perros en el polígono Santa Teresa, aunque finalmente escapó. Incluso se barajó instalar jaulas con comida como cebo para atraparlos.

Pero finalmente pudieron ser capturados. Se trata de un macho negro, cogido cerca de donde ocurrieron los hechos. También fue atrapada una hembra malinois con dos cachorros grandes en el entorno de la calle Valleniza. Los operarios de Athisa, que prestan el servicio de control de animales ruvieron que emplear lazos y redes para cogerlos.

La Sala 092 recibió el domingo hacia las 2:00 una llamada en la que se informaba de que varios perros habían mordido a una persona. Una dotación que se encontraba cerca del lugar acudió a la zona y comprobó que la víctima yacía en el suelo y estaba aún siendo atacada por una jauría compuesta por un total de cinco perros, que lo mordían de forma insistente.

Un vehículo policial por la zona del polígono Guadalhorce en que ocurrió la agresión

Los policías locales se aproximaron y comenzaron a tocar el claxon del vehículo policial de manera reiterada pero no lograron deponer la actitud de la manada. Ante el peligro que corría la víctima, uno de los agentes se bajó del coche patrulla y efectuó varios disparos intimidatorios al aire con su arma de fuego reglamentaria. Lograron que los perros cesasen su ataque y se mantuvieran a unos metros de distancia. Ante esto, el policía local volvió a detonar su pistola, consiguiendo entonces que los perros se alejasen a unos matorrales colindantes que se encontraban en el margen izquierdo de la vía. En total, fueron once los disparos al aire que se vio obligado a realizar el agente para salvar la vida del hombre que estaba siendo atacado. Su compañero se acercó por el margen derecho para asistir al herido y comprobó estaba prácticamente desnudo a raíz de las mordeduras.

Los canes pasarán a observación y, posteriormente, a disposición judicial. La idea es confirmar si padecen algún tipo de enfermedad. Fuentes municipales han insistido en que lo ocurrido "es algo puntual", aunque no conocen con exactitud lo ocurrido la noche del sábado.