¿Te imaginas Málaga sin La Invisible? Es una de las frases que se puede leer en una de las pancartas que cuelgan de los balcones del inmueble de calle Nosquera, de titularidad municipal y okupado desde hace 14 años, donde se encuentra La Casa Invisible, que este sábado ha vuelto a salir a la calle para desafiar una orden de desalojo, esta vez la que se aprobó en el pleno del Ayuntamiento el pasado octubre. Desde allí, sobre las 12.15 horas, partió una multitudinaria manifestación para mostrar el rechazo a ese desalojo y dejar claro al Ayuntamiento que defenderán lo que consideran “nuestra casa”.

Así, advirtieron al alcalde, Francisco de la Torre, que “somos indesalojables”. Una decena de colectivos y más de un millar de personas –las cifras bailan como en todas las convocatorias de este estilo, desde las 1.000 y 1.600 según los cálculos de la Policía Local y la Subdelegación del Gobierno, a los 7.000 de los organizadores– participaron en la protesta.

Antes de dar comienzo a la manifestación realizaron en los balcones de La Casa Invisible una performance, en la que un grupo de vecinas celebró un particular pleno en el que se aprobaron varias mociones a favor de este centro y una encaminada a desalojar (de forma simbólica) el Ayuntamiento. En ese momento arrancó la marcha, llena de color y diversidad, que transcurrió sin incidentes entre una amplia presencia policial y con un ambiente muy festivo con bailes, malabares, música en directo, batucada... No faltaron –megáfono en mano– alusiones constantes al alcalde, convertido en el blanco de todos los cánticos de los manifestantes. “¿Dónde está Paquito? ¿Paquito dónde está? Paquito está vendiendo lo que queda de ciudad” o “Paco, escucha, La Invi está de lucha”, fueron algunos de los lemas más coreados.

Tras recorrer durante unas tres horas las calles Nosquera, Comedias, Méndez Núñez, Cárcer, Álamos, La Merced y Alcazabilla, la manifestación desembocó en el Ayuntamiento. Allí defendieron La Casa Invisible como un ejemplo de “resistencia a un modelo de ciudad privatizada”. “La Invisible es nuestro hogar, y la vamos a defender con uñas y dientes”, aseguraron. En un manifiesto, el colectivo volvió a reclamar al Consistorio la cesión del inmueble, para que este siga siendo “un espacio de gestión ciudadana, de cultura libre, de formación y autoformación”.

Al regidor, al que acusaron de “engañar”, le dijeron que “el edificio de La Invisible es seguro” y que “así lo ha demostrado la Gerencia de Urbanismo”. Además, recordaron que hace más de cinco años presentaron un proyecto para rehabilitar el edificio y que, según señalaron, el alcalde “lo tiró a la basura, a pesar de que ese proyecto fue elogiado por el personal técnico municipal y por el Ministerio de Cultura”.

“El edificio se ha conservado a pesar de usted y su gobierno, porque esta comunidad lo ama, lo ha cuidado, con horas incontables de esfuerzo y rascándose unos bolsillos que usted ni imagina lo poco que tenían”, han señalado, asegurando, además, que “La Invisible ha cumplido todos y cada uno de los requisitos a los que se comprometió para firmar la cesión de uso del edificio”. “Es usted el que no ha cumplido”, añadieron.

“¿Sabe usted, Francisco de la Torre, lo que se hace con las instituciones que no cumplen con su cometido? Se desaloja de ellas a su gestor mayor. Ese es usted. Usted SÍ es desalojable. Pero la Invisible no, porque la vida y la alegría le sobrevivirán. Y lo harán en el mismo edificio que llevamos cuidando desde el año 2007”, concluyeron.