Catsa, con casi 800 trabajadores en el PTA, teme por su futuro

El comité de empresa asegura que los planes de la compañía, dedicada al telemarketing telefónico, pasan por despedir a más de 400 empleados

Fachada del edificio de Catsa, ubicado en el Parque Tecnológico de Andalucía.
Fachada del edificio de Catsa, ubicado en el Parque Tecnológico de Andalucía.

Los casi 800 trabajadores de Catsa, una empresa dedicada al telemarketing telefónico ubicada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), están viviendo con angustia su futuro laboral más cercano. Los planes de la empresa, según aseguran desde el comité de empresa, pasan por el despido de más de 400 trabajadores, en su inmensa mayoría teleoperadores que prestan sus servicios a Digital+. Como señala Juan Montiel, uno de los delegados sindicales, el comité recibió la semana pasada la notificación de que Catsa tenía previsto despedir a 236 trabajadores después de que se conociera que Sogecable iba a desviar unas 350.000 horas de trabajo que tenía acordadas con esta empresa a una plataforma que está construyendo en Perú. Este periódico se puso ayer en contacto con la dirección de la empresa, que rehusó realizar cualquier tipo de comentario al respecto.

Lo que el comité de empresa desconoce es si estos 236 despidos previstos se sumarían a los otros 412 o irían incluidos en el mismo paquete. "Apenas recibimos información de la dirección y la situación comienza a ser insostenible", mantiene Montiel. La otra duda de los representantes de los trabajadores estriba en conocer si los planes de la compañían pasan por que la planta de Málaga asuma en su totalidad los casi 500 despidos o sean repartidos entre las otras dos sedes de Granada y Madrid. "No hay derecho a que compañeros que llevamos cuatro, cinco o seis años en la compañía nos echen a la calle como si nada pagándonos una miseria por todo el trabajo realizado", asegura una trabajadora que prefiere mantenerse en el anonimato.

Catsa se inauguró en 2003 con una inversión de 5,9 millones de euros. Aquel año la empresa aseguraba que la elección de Málaga se debía, entre otras razones, a las instalaciones que ofrecía el PTA y a la cercanía con la universidad. Las previsiones de Catsa pasaban por la contratación de un millar de personas que trabajarían en tres turnos las 24 horas del día. La firma preveía conseguir unas ventas de entre 15 y 18 millones de euros. Siete años después la compañía se puede ver en la obligación de reconfigurar su hoja de ruta inicial por el plan de ajuste que supondrá el recorte de 2.540 puestos de trabajo previstos en el Grupo Prisa, propietario de la mayoría de su accionariado.

En el caso de que se confirmara el despido de esos más de 400 trabajadores, el PTA sufriría un duro varapalo tras los buenos resultados económicos que cosechó en 2010, año en el que sus empresas lograron facturar 1.546 millones de euros, un 13,35% más que en 2009. Durante el pasado ejercicio se instalaron en la tecnópolis malagueña 12 empresas nuevas, un 2,3% más que el año anterior, lo que sumaba un total de 538 empresas y proporcionaba el mejor resultado desde su constitución. El balance de 2010 se cerró con 14.695 trabajadores, lo que supuso un crecimiento de un 7,33% con respecto a 2009, de los cuales, el 60% son hombres y el 40%, mujeres. Los sectores de las Tecnologías de la Información junto con el de Centros Tecnológicos de Investigación y Desarrollo (I+D) continuaron siendo los de mayor presencia en la tecnópolis, donde el 45% del total de las empresas pertenecen a estas sectores y dan empleo al 62% de los trabajadores del parque. La entidad gestora del parque obtuvo beneficios -unos 400.000 euros- por duodécimo año consecutivo y realizó una inversión de más de 6 millones de euros en 2010.

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