Cerco al 'botellón' en la Plaza Mitjana
El Ayuntamiento pide a los dueños de los bares de la plaza que acoten sus terrazas para que no se beba fuera
El Ayuntamiento de Málaga quiere acabar con el vacío legal que hasta ahora impide a la Policía multar a los jóvenes que se reúnen cada fin de semana en la Plaza Mitjana del centro histórico de la capital para hacer botellón. La solución que se le ha ocurrido es pedir a los propietarios de los bares de copas que se concentran allí que acoten la superficie de vía pública que tienen autorizada como terraza.
Si se hace, el director del área de Juventud, Mario Cortés, asegura que la Policía Local sí podrá sancionar a los jóvenes que beban fuera de las zonas habilitadas por estar en la vía pública como ocurre en el resto de la ciudad.
El caso de Mitjana es el único en la capital malagueña en el que la ley que promulgó la Junta de Andalucía en octubre de 2006 no se puede aplicar completamente. Con la ley en la mano, Mitjana es un lugar seguro para hacer botellón salvo su acera norte y el centro geométrico de la plaza, donde no hay ningún bar.
El problema con el que se encuentra el Ayuntamiento es que en esta plaza -el lugar donde más ciudadanos se concentran para beber alcohol los fines de semana fuera del botellódromo oficial ubicado en el Paseo de los Curas- no es ilegal completamente porque se mezclan los clientes de los bares de copas con los que acuden con sus propias bebidas a hacer botellón y resulta casi imposible diferenciar a unos y a otros.
La ley andaluza no prohíbe el botellón propiamente, sino el consumo de alcohol en la calle fuera de los términos descritos anteriormente. Además, el propio texto jurídico establece varias exclusiones de la aplicación de la citada ley como "la celebración de fiestas y ferias locales, verbenas populares, así como manifestaciones de carácter religioso, político, sindical, docente, turístico, cultural o análogas". Siempre que se encuentren reconocidas por el Ayuntamiento, por supuesto.
Las terrazas de los bares son otras de las excepciones que incluye la ley y de ahí la recomendación del Ayuntamiento a los que se ubican en esta céntrica plaza que desde el inicio del curso universitario el pasado mes de septiembre se ha vuelto a poner de moda para hacer botellón.
Pero la Policía Local únicamente puede requisar las bebidas sin multar como sí se hace en el resto de la ciudad donde está terminantemente prohibidas este tipo de concentraciones.
Solamente en el Paseo de los Curas se permite beber alcohol en la capital malagueña durante los fines de semana. Aunque desde que se trasladó a este lugar en noviembre de 2006 el número de asistentes no ha hecho más que descender. Según las estimaciones del propio Ayuntamiento de la capital, si antes acogía a unos 5.000 jóvenes cada día de jueves a sábado, ahora la cifra máxima no alcanza los 3.000 y únicamente los sábados.
Los viernes la afluencia es mucho menor y los jueves dejó de celebrarse el verano pasado debido a que los gastos que suponía acotar la zona y limpiarla después no compensaba con los jóvenes que acudían ese día a hacer botellón.
3.000
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