La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha destituido a la directora del centro penitenciario Málaga II, en Archidona, Noelia Moreno, que ha remitido una carta de despedida a los trabajadores en la que califica de "peregrinos" los motivos de su cese. Uno de ellos, afirma, está relacionado con una videollamada reciente que El Melillero, acusado de rociar con ácido a su ex novia, mantuvo con su actual pareja. La grabación, en la que puede observarse al interno fumando y cantando junto a otras personas, se filtró a través de las redes sociales. La todavía responsable de la prisión niega responsabilidades porque, asegura, ella se encontraba "de vacaciones" en el momento en que se filtraron esas sorprendentes imágenes, tomadas desde una cabina autorizada y en las que, según fuentes próximas, no se comete ninguna ilegalidad. Telecinco se hizo eco de la difusión de la secuencia protagonizada por el preso más mediático de los últimos años en Málaga.

Moreno recalca también que otra de las razones de su cese es la "ausencia de comunicación al juez de vigilancia penitenciaria de una sujeción mecánica sanitaria" practicada a uno de los reclusos. "Todo esto ocurrió cuando yo me encontraba ausente por vacaciones. No puedo responsabilizarme del error, que una vez fue detectado se subsanó", argumenta, al tiempo que reconoce tener, "como cualquier profesional" que debe tomar decisiones, "numerosos detractores". 

La directora, según fuentes sindicales consultadas por este periódico, estaba "bastante bien considerada" entre la plantilla y destacaba, sobre todo, por su nivel de exigencia en el día a día. "En la prisión de Archidona, con módulos muy conflictivos, ha habido varios incidentes y a ella, que era muy estricta, nunca le ha temblado el pulso para que se usen todos los medios legales a su alcance, como esposas o defensa de gomas, de forma totalmente proporcional y en todos los supuestos que recoge la ley", resaltan. Pero casi desde el comienzo de su mandato, según estas mismas fuentes, Noelia Moreno ha mantenido ciertas "desavenencias" con Instituciones Penitenciarias que en varias ocasiones ya habían hecho presagiar su destitución. Desde la administración, al ser cuestionada por Málaga Hoy, han rehusado pronunciarse al respecto sobre lo ocurrido y se han limitado a afirmar que, por el momento, no se ha producido ninguna destitución oficial.

Será el próximo 31 de enero cuando deje su puesto como directora de la cárcel de Archidona después de seis años, cargo en el que había permanecido desde enero de 2018, coincidiendo con la apertura del centro, que había estado en el foco a raíz de que se decidiera poco antes el traslado de más de 500 inmigrantes llegados a las costas españolas a sus instalaciones, aún sin abrir, operando como centro de internamiento de extranjeros (CIE) provisional. Hasta entonces, la funcionaria había ocupado el puesto de subdirectora de Seguridad en la cárcel de Huelva. 

En su despedida, recuerda que el suyo es un puesto "de libre designación": "Cuando te nombran no eres el mejor para el puesto, y cuando te cesan tampoco eres el peor de los directores", asevera en el escrito remitido a los trabajadores, en el que admite que "seguro existen fallos o errores" en su gestión.

"Era muy estricta; nunca le ha temblado el pulso para que se usen todos los medios legales a su alcance"

Durante estos años, relata la directora, en la cárcel de Archidona se han vivido "incidentes regimentales muy graves con internos clasificados en primer grado", hechos que, considera, "no han terminado" en agresión de importancia a los funcionarios "por los protocolos de trabajo y por la implicación en la prevención de estas situaciones", aunque alguno, lamenta, "ha sido imposible de impedir". La "fiscalización" a este centro penitenciario, sostiene, "siempre ha estado a un nivel que no han tenido otras prisiones", pero "con el trabajo" de los funcionarios "se ha conseguido salir adelante". "Inevitablemente todo llega a su fin", remacha. 

Un preso mata de una paliza a otro en la cárcel

El episodio más grave que se recuerda en esta prisión se remonta a marzo de 2021, cuando un recluso que estaba en el módulo de aislamiento mató, presuntamente, a otro a golpes. La víctima había recibido puñetazos y patadas, varias de ellas en la cabeza, al punto de que, según aseguraron entonces fuentes cercanas al caso, tenía el rostro "destrozado e irreconocible".

La Fiscalía de Málaga pidió una pena de 15 años de prisión para el acusado por asesinar a su compañero, al que supuestamente propinó una paliza en el patio. Allí, ambos habían coincidido mientras los funcionarios de prisiones de servicio en el Módulo de Régimen Cerrado procedían a trasladar a otros internos, "quedando sin vigilancia alguna". Tras saludarse amistosamente, se separaron y comenzaron a andar alrededor del perímetro en el mismo sentido.

Entonces, el acusado esperó a que la víctima se aproximase y comenzaron a caminar juntos conversando. Un poco más tarde, según el escrito del fiscal, el procesado, supuestamente "con el ánimo de acabar con la vida del otro hombre, comenzó a golpearlo con violencia, propinándole patadas y pisotones, dirigidos a la cabeza". Esta agresión se prolongó durante unos siete minutos, tras los que "el procesado cesó en su conducta y la víctima quedó inmóvil en el suelo", según el escrito de acusación del ministerio público. Cuando acudieron los funcionarios, redujeron al agresor y trasladaron al agredido al módulo de enfermería de la cárcel.

El preso sufrió múltiples lesiones, principalmente en el cráneo, y también a nivel cervical, en los miembros superiores e inferiores, traumatismos en el tórax y abdomen. Fueron los propios trabajadores quienes, en primer lugar, consiguieron reanimar en una primera atención a la víctima y dieron aviso al 061. Dada la gravedad de las lesiones que presentaba, tuvo que ser trasladado hasta un hospital, donde falleció poco después.

La carta enviada por la que ha sido la máxima responsable de la prisión concluye con un mensaje de especial agradecimiento, entre otros, a los funcionarios de Vigilancia Interior: "Sabéis que siempre he hecho todo lo que he podido para poner en valor vuestro trabajo por las duras condiciones en las que os toca trabajar". Asegura, además, haber intentado ser "honesta y justa", porque, señala, "tengo muy claro de dónde vengo". Así, se despide como una más, "funcionaria de prisiones", poniendo en valor, como siempre ha defendido, a un Cuerpo, el de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, "cada vez más denostado y poco valorado", según los sindicatos.